Por: José Miguel.
Los que trabajamos en la radio, hemos recibido hoy 8 de enero una noticia muy triste, se trata del fallecimiento en La Habana de la querida compañera Gladys Goizueta Simal, excelente locutora de la radio cubana que dedicó su vida a esta noble profesión de la que todos nos sentimos orgullosos.
A manera de homenaje reproduzco en mi página la entrevista que se le hiciera en el Portal de la Radio Cubana, que creo a mi entender resume todo lo que podamos decir de ella.
Solo me queda por decir que la conocí en 1970 cuando fue mi compañera en el Consurso de Música Cubana " Adolfo Guzman", en el Teatro Carlos Marx, después nos veiamos ocasionalmente, hasta que el año pasado estuvo aqui en Matanzas al frente del grupo de evaluación de la radio nacional, fue la última vez que la vi. A continuación la entrevista.
Actualizado, julio 16, 2007
Gladys Goizueta, admirable Maestra de la locución de la Radio Cubana
Gladys Goizueta, admirable Maestra de la locución de la Radio Cubana
Por MSc. Nora Rodríguez Calzadilla *
"La locución es una profesión muy bella para respetar, querer y cuidar. Yo la quiero, cuido y respeto, todos los días.” Expresa la prestigiosa comunicadora, locutora, actriz y subdirectora de la emisora cubana Radio Rebelde
El 21 de febrero de 1953 Gladys Goizueta Simal llega a la vida con una inmensa fortuna: el talento artístico. Hereda de la familia los genes de la dignidad y sensibilidad humana. La Academia la dota de herramientas para pulir el tesoro intelectual que posee. Al bregar en la Radio Cubana, la locución pondera su magisterio y el éter se enaltece con esta comunicadora, cual suerte de prenda para la audiencia, porque su voz es amiga inseparable del más sustancioso verbo.
Con estas premisas llegué al hogar de mi entrevistada sin predeterminado cuestionario. No era necesario porque el arte de la comunicación interpersonal es también congénito en ella y como si fuera poco, su entorno familiar colmó las expectativas para pródigo diálogo espontáneo.
Nora Rodríguez Calzadilla: ¿Cuándo comienza Gladys Goizueta en la Radio cubana?
Gladys Goizueta: Comencé oficialmente, el 1 de noviembre de 1970, hace 36 años, pero antes, empecé a estudiar locución en 1968, en un curso que duró dos años. Tuve que trabajar seis o siete meses, voluntarios, gratis, porque no tenía edad laboral y por ese motivo no me podían contratar y como me gustaba tanto la Radio comencé a trabajar –voluntariamente- en este Medio de Comunicación, desde 1968, hasta que en 1970 me incorporo a Radio Popular, una emisora local de la ciudad de la Habana. Allí solo permanecí dos o tres meses porque fue como mi práctica docente. Después pasé a otra emisora, también local –hablo de emisoras municipales por la cobertura técnica- que se llamaba Radio Internacional, donde estuve unos siete años, aproximadamente. Esas emisoras ya no existen.
Los antecedentes de Radio Internacional se delimitan antes de 1959. Entonces se llamaba Radio Aeropuerto Internacional, ya que existía en el aeropuerto –actualmente “José Martí”- y al triunfar la Revolución se queda como Radio Internacional (1) hasta pasar a Radio Liberación, (CMQ) emisora nacional. Allí permanecí desde el año 1976 hasta 1984, momento en que se fusionaron Radio Liberación y Radio Rebelde. En Radio Liberación comienzo a hacer el programa Festival con el locutor Manolo Riveiro, que fue mi Maestro.
NRC: ¿Tu paradigma en la locución?
GG: Tuve dos Maestros que fueron: Miguel Páez y Manolo Riveiro, (ambos fallecidos). Solo ellos dos. Riveiro, excelente y versátil locutor de la CMQ, igual que Miguelito Páez. El mejor hombre que ha hecho menciones en Cuba se llama Miguel Páez. Uno de mis fuertes actualmente en la locución es la mención y quien me enseñó a hacerla fue él.
NRC: Y tú la mejor discípula del Maestro Miguel Páez. Te digo más: en diversas ocasiones le pedí asesoría en busca de la más acertada selección de la voz femenina para trabajar con él como pareja profesional en mis guiones radiales y me recomendaba a Gladys Goizueta
GG: ¡Sí!, sí, nos llevábamos excelentemente como pareja de trabajo, porque además lográbamos esa empatía que existe entre las personas. Por ejemplo, de sólo mirarnos, ya sabíamos de antemano lo que haría frente a un micrófono, cada cual. Esa empatía profesional existió con los dos, reitero: Miguelito Páez y Manolo Riveiro.
NRC: ¿En la locución radiofónica te identificas de modo preferencial con algún programa por su perfil, estilo, género?
GG: Si, el programa que me permite desarrollar las ideas, la interacción a través de entrevistas, el musical y la mención, es donde mejor me desenvuelvo. La mención todavía sigue siendo un punto fuerte para mí, donde me comunico más. Cuando realizo ese tipo de programas, hablo frente al micrófono, me imagino la respuesta y sobre esta premisa creo una atmósfera optimista, desenfadada, pero muy responsable. No me gusta hablar tonterías.
NRC: ¿Improvisas o siempre te preparas antes de salir al aire?
GG: A veces me preparo. Generalmente no lo hago. ¿Qué te quiero decir con esto último?. Creo que la preparación de un locutor consiste en leer la prensa –en todos los formatos- diariamente, estar bien informado, actualizado, en poseer una cultura general e integral. De ese modo cuando me enfrento a un entrevistado sólo puntualizo la temática a analizar en ese momento, como una actualización que está respaldada por un cúmulo de información y conocimientos sostenidos.
NRC: Sólida cultura que posees, junto a tu formación académica y experiencia como docente. Eres Licenciada en Filología y profesora de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana
GG: Soy Filóloga y cuasi Master en Ciencias de la Comunicación.
NRC: ¿Qué falta a la Maestra en Ciencias de la Comunicación?. ¿La tesis? ¿Cuál es tu tema de investigación científica?
GG: Concluí todos los créditos de la Maestría. Sólo me falta la tesis, a punto de discutirla. Investigo a profundidad la última evaluación realizada a los locutores. Problemas lingüísticos trasladados de una provincia a otra, detectados en esta evaluación, quizás como resultado de la migración de la población cubana que viaja de la mano de problemas lingüísticos y aún cuando los locutores –como premisa- debemos representar el “habla culta”, detectamos algunos fenómenos como seudo-dislalias culturales de la voz popular que han pasado al “habla culta”. Esa es la esencia temática de mi tesis de Maestría en Ciencias de la Comunicación.
NRC: En la formación integral del locutor y su preparación técnica, ¿qué importancia le concedes a la Academia?
GG: ¡Muy importante!. Para mi la preparación es muy importante. Te diré algo: los artistas no se preparan en Academia, ella lo que hace es complementar el talento del artista.
NRC: ¿Se nace artista, locutor?
GG: Creo que si. Eso viene en los genes. ¡Ah!, la pregunta: ¿qué hace la Academia?, complementa, da brillo, armas, herramientas, argumentos y viste el talento artístico. Es como el carbón. ¿Tú sabes que el brillante es carbón? Igual sucede con el talento artístico, con el artista, con el locutor. Entonces, la Academia pule el diamante.
"Un hombre que tiene algo que decir y no encuentra oyentes está en una mala situación. Pero todavía están peor los oyentes que no encuentran quien tenga algo que decirles." Bertolt Brecht
NRC: La voz humana es protagónica del código Radiofónico. En la expresión sonora –voz humana, música, sonido ambiente, silencio- ella es pilar en la comunicación y transmisión de ideas. Como experta y Maestra de radialistas, ¿cuál es la buena voz en este medio?
GG: La buena voz si tiene algo bueno que decir, es preciosa. En cambio, si no tiene nada que decir, puede servir para pregonar mangos. Es importante tener un timbre agradable, con el cual se gana el 50 por ciento en la comunicación. Si no tienes nada qué decir –aquí veo el otro 50 por ciento- aún con agradable timbre, puedes ser o un magnífico comunicador o un magnífico vendedor de mangos. La voz es parte, no lo es todo. Por aquí, cerca de casa un vecino le dice a un vendedor de helados: “Eres un magnífico locutor porque tienes tremenda voz, muy potente además”. Pero él solamente vende helados.
NRC: En Radio Rebelde, donde actualmente ocupas el cargo de subdirectora de programación, además de hacer como locutora las menciones estás vinculada a espacios de perfil cultural, musical, pienso en el vespertino Visión. ¿También incursionas en los informativos?
GG: Los informativos que realizo son actos de primer nivel, coberturas de personalidades que visitan el país, eventos internacionales y nacionales importantes, pero fundamentalmente mi trabajo está asociado a los programas de perfil cultural, musical. Los restantes los hago con el nivel de dignidad requeridos, pero no son mi fuerte. Porque no tengo el hábito de hacerlos, no tengo el aire, el ritmo de los noticieros. Te digo, no los hago mal, para nada. Los hago dignamente, pero reconozco que hay personas con más posibilidades para hacerlo mejor que yo. Además no es el género que más me agrada dentro de la locución radiofónica. Pienso que en general el comunicador debe hacerlo todo bien, aunque brille más en un género. En mi caso no brillo en los noticieros, brillo en otros, en las menciones, en los musicales. Son mis fuertes en la locución.
NRC: ¿Eres muy rigurosa y exigente contigo misma? ¿Perfeccionista, profesionalmente?
GG: Si, si, si. Soy muy exigente con los demás, porque soy parte de un grupo y lo soy conmigo misma.
NRC: Además de locutora eres actriz. ¿Empírica o posees formación académica para la actuación?
GG: Entre los años 1970-1974, estudié actuación en la Escuela para formación de actores con Alejandro Lugo, Alfredo Perojo, Aldem Night, que fueron nuestros profesores. Eso fue un conflicto, ¿tú lo sabías, Nora?... (Risas)
NRC: ¡No!, cuéntame por favor… (Risas)
GG: (Risas)…. Te cuento. Corría el año 1970 cuando abre la convocatoria para la Escuela de Formación de Actores, donde estudió María Cristina Palomino, Susana Pérez, Jorge Villazón, Eduardo Macías, entre otros. Todos éramos compañeros de grupo. Resulta ser que un gran día, Rafael Fábregas, mi profesor del curso de locución me pregunta: “¿Qué haces estudiando actuación?”. Le respondo: “Profe, a mi me gusta”. Luego me dice: “No, porque los locutores y los actores no tienen nada que ver”. A lo que respondí: “Yo creo lo contrario”. A partir de ahí se produjo el conflicto.
Esa Escuela duró 4 años y en el 74 cuando termino, le digo: “Profesor, ya me gradué de actriz y sigo siendo locutora”. Entonces, para no darse por vencido me responde: “Bueno, tu eres la excepción.” (Risas). Luego hice algunas novelas y espacios humorísticos de Radio. En Televisión hice algunas cositas.
NRC: La Televisión no te atrapó como la Radio. ¿Por el medio o por la profesión?
GG: Por las dos cosas. Pienso que la televisión es una opción para el profesional, pero no puede ser el fin, para mí por lo menos no lo es. Para mi la Radio es mucho más importante aún cuando se que la televisión da más popularidad, más amigos, más admiradores, pero, la televisión necesita de imagen y del talento de muchas personas. La Radio demanda el talento de menos y me doy cuenta que agrupar muchos talentos es muy difícil. Piensa que la televisión necesita de un diseño de luces, de vestuario y cualquiera de ellos, puede echar a perder un programa, en Radio no sucede así: para hacer buena Radio, necesitas solamente de un buen director, un buen conductor, un buen guión y un buen realizador de sonido. Y ¡ya!, cuatro personas es mucho más fácil de encontrar que 25, por tanto la televisión es mucho más difícil en ese sentido. Esto es en cuanto al medio se refiere. Por mi parte, pienso que mi época de televisión pasó, porque ya no tengo 15 años, tengo unas libras de más, no poseo una imagen quizá acorde con los requerimientos de algunas personas de la televisión, aunque todo esto es discutible. Algunas personas me preguntan: “¿Por qué no haces televisión”?, a lo que respondo: “No hago televisión porque no me llaman para hacer televisión”, aunque obviamente, no me voy a poner una minifalda, ni un escote. Ese no es el programa que haría, pero pienso que se puede hacer televisión para todos los gustos.
NRC: Siempre que tengo la posibilidad de conversar con una personalidad de la Radio cubana, como ahora lo hago contigo, aprovecho para compartir mi opinión referida al fuerte arraigo de este medio entre sus profesionales. La Radio fomenta el sentido de la posesión, ¿que tú crees?
GG: Muy cierto. En la televisión no hay sentido de pertenencia. En cambio en la Radio, si tenemos sentido de pertenencia de nuestra emisora, de nuestro programa y así cada cual desea que su emisora y programa se escuchen más que otros. En la televisión encuentras que en cualquier canal puedes ver similares contenidos. Pienso que esa homogenización le resta sentido de pertenencia. Lo he dicho muchas veces: hace falta que la televisión tenga el mismo sentido de pertenencia de la Radio.
NRC: ¿El programa Visión que haces en Radio Rebelde es tuyo?
GG: ¡Claro!, es mío. Yo lo empecé y ya tiene veinte años al aire. Es mío y yo lo quiero, lo sufro y lo discuto.
NRC: Asumo el riesgo de decir que el programa Visión es Gladys Goizueta… ¿Se ha pensado en él sin tu voz e impronta?
GG: Sobre eso justamente conversaba hace pocos días con Ríos Vega (2) y consensuamos que ese programa cuando cumpla su vida útil tiene que cambiar. Será otro, se llamará “Visión” o “Audición”, pero tiene que ser otro programa. No el actual. ¿Te das cuenta? Lo mismo sucede con el programa “Así” con Franco Carbón. Ese programa es de Franco y el día que él no lo haga, debe llamarse de otra manera y será otro programa. Se trata de espacios que son una simbiosis programa-conductor que expiran, el día que no tengan su voz habitual.
NRC: Son espacios que generan adicción a la voz habitual por la identificación entre sus audiencias
GG: Es verdad. Las personas te identifican. Mira Nora te cuento más: a mi los radioescuchas del programa “Visión” me escriben para contarme problemas personales, de su familia, de su hogar, de su relación sentimental. Sin ser psicóloga, pero observa la comunicación que se establece entre el emisor y el receptor, con un alto grado de confiabilidad en nosotros.
NRC: Interesante experiencia de interactividad con tu público. ¿Qué haces en cada caso?
GG: Siempre respondo de forma personalizada. A veces me involucro, otras veces no. Por ejemplo, recientemente me escribió una persona para contarme que era cantante, componía décimas. La mandamos a buscar, le hicimos las pruebas y efectivamente, devino magnífica decimista y está trabajando con nosotros.
NRC: Conozco el testimonio de los radioescuchas de Visión que desean ser tus amigos, amigas, porque “eres la mejor”, porque “eres una linda persona”, cita textual de las expresiones concordantes; pero más allá del impacto que provocas profesionalmente, aquí muy cerca de nosotras se encuentran ahora esos dos seres que tanto amas y te aman, a más no poder: tu hija y tu esposo. Por favor, háblame de los dos…
GG: Quiero decirte que conocí hace 26 años en una misión internacionalista en Etiopía (3), a Francisco Etayo Hernández, mi esposo, quien actualmente trabaja en los Servicios Informativos de la TV cubana. Te diré la verdad: era muy lindo y me enamoré de Etayo a primera vista, desde que lo vi, porque tiene uno ojos preciosos, además es muy serio y circunspecto, todo lo contrario a mi, que era muy zalamera. Allí iniciamos la relación de pareja hasta regresar a Cuba donde nos casamos, pero en Etiopía estuvimos juntos durante un año. Sólo podíamos vernos los fines de semana porque él estaba a 200 kilómetros de donde me encontraba. Te cuento que en la casa donde viví había una muchacha llamada Sahay, muy linda, dulce, joven. Y yo le dije: “si algún día tengo una hija hembra le pondré tu nombre”. Así fue y ella quizá no sepa que mi única hija se llama Sahay, nombre que en amárico quiere decir El Sol. Y así, desde entonces Etayo y yo estamos juntos. Eso quiere decir que nuestra familia está consolidada, aún con nuestras diferencias, obviamente, pero nos llevamos muy bien en el sentido del respeto, el amor y en el consenso a la hora de tomar decisiones. Estoy muy orgullosa de mi hija, es muy buena, termina ahora la Universidad , en la carrera de Comunicación Social lo que sucede que está temerosa y tiene las mismas preocupaciones que tuve al iniciarme en la profesión porque mi papá fue locutor.
NRC: Tradición vocacional genética…
GG: Lo que sucede es que cuando uno empieza tiene el referente que en unas ocasiones es muy bueno, en otras, muy malo.
NRC: ¿Tu debut en la locución fue bueno con el referente de “la hija del locutor Enrique Goizueta”?
GG: Imagínate tu, siempre me comparaban. Pero solo en los comienzos. Mi propio papá me decía: “Comenzaste siendo la hija de Enrique Goizueta y ahora soy el padre de Gladys Goizueta”. Sucede que se busca el referente, pero en el transcurso del desarrollo profesional una se desprende y logra hacer su propia carrera. Así lo hice yo y espero que Sahay haga lo mismo.
NRC: ¿Enrique Goizueta fue tu paradigma?
GG: En algunas cosas si, en la locución no. Desde el punto de vista familiar, humano, personal, siempre fue mi paradigma. Además es lo que más quise en mi vida, después de mi hija. Desde el punto de vista de la locución fueron –reitero- Miguelito Páez y Manolo Riveiro. Ellos marcaron mi camino y a ellos los seguí. Ahora bien, en lo que a disciplina, ética, cumplimiento del deber, mi papá fue mi guía. ¡Ahí si!
NRC: ¿Cómo lo piensas para perpetuar su memoria?
GG: Muy bien. Lo quiero mucho y me hace mucha falta. Consulto con él como si fuera mi almohada. Pienso que existe comunicación porque me dejó códigos que me permiten comunicarme con él. Por ejemplo, a veces me pregunto: “¿qué haría mi papá en estos momentos?… ¿que diría?” y logro la respuesta a esas interrogantes.
NRC: ¿Fue tu amigo?
GG: Si lo fue. Con las satisfacciones y desilusiones recíprocas que se dan los amigos.
NRC: Permíteme a modo de conclusiones: ¿qué deja Radio Rebelde a tu vida?
GG: Rebelde es muy importante para mi, cambió mi vida en el sentido de que me hizo conocer que había algo más que la cultura, puramente artística, que la cultura era la deportiva, la política, la humana, la cultura de la solidaridad, o sea, la gente piensa que cuando tu dices “es una persona culta” es porque sabe mucho de pintura, de ballet, de teatro, en fin. Las personas que solo saben mucho de pintura, ballet, teatro, son medianamente cultas, pero si además de eso conocen quién es el mejor pelotero de Cuba, o por qué clasifica o no clasifica nuestro equipo de fútbol, o por qué Cuba es miembro de los países No Alineados, por qué se va a hacer una Cumbre en Cuba; si sabe que cosa es el ALBA, el ALCA, y conoce la obra de Cacho, Flora, Fabelo, Silvio Rodríguez, Los Van Van, ¡ah!, entonces, es una persona culta porque conoce por donde se mueve su país. Pero añado a ese conocimiento, los gustos culinarios del cubano a quien agrada comer arroz, frijoles, yuca y carne de cerdo con plátanos tostones, es decir, la cultura alimentaria de este pueblo. Hablo de una cultura general y es la que necesitamos. Pienso que ahí en ese terreno trato de moverme todos los días y eso me lo ha dado Radio Rebelde que me ha permitido conocer otras aristas que antes no conocía, pensaba que una persona culta era quien leía a Carpentier, iba al ballet, conocía las obras de teatro principales y pintores fundamentales del país. Eso es importantísimo, pero debo saber también quién inventó la vacuna recombinante y que existen científicos cubanos que son tan intelectuales como yo. Trato de aprender mucho y de todas las cosas.
NRC: ¿El programa “Visión”?
GG: Me deja algo muy agradable que es el contacto, la interrelación y retroalimentación con la gente. Esa interacción tu no la puedes lograr si no tienes un programa en vivo todos los días y que a veces estás en otra cosa y te llama un oyente por teléfono solamente para decirte: “La llamo porque deseo conversar con usted para que me diga algo y felicite a mi niña que cumple año.” Eso no se paga con nada. Esa retroalimentación diaria es fundamental, al menos para mí.
NRC: ¿Para Gladys Goizueta la Radio cubana es?
GG: ¡Mi vida!, tan sencillo y tan complejo como eso. ¡Mi vida!.
NRC: ¿La locución?
GG: Igual. He dedicado mi vida a la Radio cubana y a la locución. Creo que la locución es una profesión muy bella para respetar, querer y cuidar. Yo la quiero, cuido y respeto, todos los días.
NRC: ¿Francisco Etayo Hernández?
GG: ¿Mi esposo?... quisiera que al morir, parta conmigo, siempre juntos. Es mi compañero para toda la vida.
NRC: ¿Sahay Etayo Goizueta?
GG: Mi hija: Ella es mi Sol, a quien he preparado para la vida, para cuando yo no esté, sepa enfrentar su profesión, su vida y su independencia.
Retrocedo y vuelvo al título: “Gladys Goizueta, admirable Maestra de la locución en la Radio cubana” y antes del cierre debo agregar: íntegra mujer realizada y plena, porque más allá de la obra radial que aporta, su paradigma trasciende al amor hogareño reciprocado y al pedestal que la sustenta. ! Qué maravillosa! familia Goizueta-Etayo y viceversa.
(*) Master en Ciencias de la Comunicación y Licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista y Especialista de la Dirección Nacional de Información de la Radio cubana. Integrante de su Redacción Nacional de Internet. Premiada en notables concursos periodísticos. Miembro de jurados de certámenes de prensa y Festivales de la Radiodifusión en Cuba.
Notas:
(1) Radio Aeropuerto Internacional pasa a Radio Internacional a finales de la década de los años 1960 y principios de 1970
(2) Luis Ríos Vega, director del programa Visión, de Radio Rebelde. En el aire desde el 4 de abril de 1986, cuyo perfil es dedicado –preferentemente- a los jóvenes. Este espacio no ha envejecido aún cuando posee 20 años de vida en el éter.
(3) La prestigiosa radialista cubana, cumplió misión internacionalista durante 18 meses en Etiopía, donde trabajó como locutora de la emisora Radio Tatek. Gladys Goizueta ha sido laureada en importantes concursos y Festivales Nacionales de la Radio cubana. Posee diversas condecoraciones, entre ellas: las Distinciones por la Cultura Nacional y Raúl Gómez García y el Machete del General Máximo Gómez.
"La locución es una profesión muy bella para respetar, querer y cuidar. Yo la quiero, cuido y respeto, todos los días.” Expresa la prestigiosa comunicadora, locutora, actriz y subdirectora de la emisora cubana Radio Rebelde
El 21 de febrero de 1953 Gladys Goizueta Simal llega a la vida con una inmensa fortuna: el talento artístico. Hereda de la familia los genes de la dignidad y sensibilidad humana. La Academia la dota de herramientas para pulir el tesoro intelectual que posee. Al bregar en la Radio Cubana, la locución pondera su magisterio y el éter se enaltece con esta comunicadora, cual suerte de prenda para la audiencia, porque su voz es amiga inseparable del más sustancioso verbo.
Con estas premisas llegué al hogar de mi entrevistada sin predeterminado cuestionario. No era necesario porque el arte de la comunicación interpersonal es también congénito en ella y como si fuera poco, su entorno familiar colmó las expectativas para pródigo diálogo espontáneo.
Nora Rodríguez Calzadilla: ¿Cuándo comienza Gladys Goizueta en la Radio cubana?
Gladys Goizueta: Comencé oficialmente, el 1 de noviembre de 1970, hace 36 años, pero antes, empecé a estudiar locución en 1968, en un curso que duró dos años. Tuve que trabajar seis o siete meses, voluntarios, gratis, porque no tenía edad laboral y por ese motivo no me podían contratar y como me gustaba tanto la Radio comencé a trabajar –voluntariamente- en este Medio de Comunicación, desde 1968, hasta que en 1970 me incorporo a Radio Popular, una emisora local de la ciudad de la Habana. Allí solo permanecí dos o tres meses porque fue como mi práctica docente. Después pasé a otra emisora, también local –hablo de emisoras municipales por la cobertura técnica- que se llamaba Radio Internacional, donde estuve unos siete años, aproximadamente. Esas emisoras ya no existen.
Los antecedentes de Radio Internacional se delimitan antes de 1959. Entonces se llamaba Radio Aeropuerto Internacional, ya que existía en el aeropuerto –actualmente “José Martí”- y al triunfar la Revolución se queda como Radio Internacional (1) hasta pasar a Radio Liberación, (CMQ) emisora nacional. Allí permanecí desde el año 1976 hasta 1984, momento en que se fusionaron Radio Liberación y Radio Rebelde. En Radio Liberación comienzo a hacer el programa Festival con el locutor Manolo Riveiro, que fue mi Maestro.
NRC: ¿Tu paradigma en la locución?
GG: Tuve dos Maestros que fueron: Miguel Páez y Manolo Riveiro, (ambos fallecidos). Solo ellos dos. Riveiro, excelente y versátil locutor de la CMQ, igual que Miguelito Páez. El mejor hombre que ha hecho menciones en Cuba se llama Miguel Páez. Uno de mis fuertes actualmente en la locución es la mención y quien me enseñó a hacerla fue él.
NRC: Y tú la mejor discípula del Maestro Miguel Páez. Te digo más: en diversas ocasiones le pedí asesoría en busca de la más acertada selección de la voz femenina para trabajar con él como pareja profesional en mis guiones radiales y me recomendaba a Gladys Goizueta
GG: ¡Sí!, sí, nos llevábamos excelentemente como pareja de trabajo, porque además lográbamos esa empatía que existe entre las personas. Por ejemplo, de sólo mirarnos, ya sabíamos de antemano lo que haría frente a un micrófono, cada cual. Esa empatía profesional existió con los dos, reitero: Miguelito Páez y Manolo Riveiro.
NRC: ¿En la locución radiofónica te identificas de modo preferencial con algún programa por su perfil, estilo, género?
GG: Si, el programa que me permite desarrollar las ideas, la interacción a través de entrevistas, el musical y la mención, es donde mejor me desenvuelvo. La mención todavía sigue siendo un punto fuerte para mí, donde me comunico más. Cuando realizo ese tipo de programas, hablo frente al micrófono, me imagino la respuesta y sobre esta premisa creo una atmósfera optimista, desenfadada, pero muy responsable. No me gusta hablar tonterías.
NRC: ¿Improvisas o siempre te preparas antes de salir al aire?
GG: A veces me preparo. Generalmente no lo hago. ¿Qué te quiero decir con esto último?. Creo que la preparación de un locutor consiste en leer la prensa –en todos los formatos- diariamente, estar bien informado, actualizado, en poseer una cultura general e integral. De ese modo cuando me enfrento a un entrevistado sólo puntualizo la temática a analizar en ese momento, como una actualización que está respaldada por un cúmulo de información y conocimientos sostenidos.
NRC: Sólida cultura que posees, junto a tu formación académica y experiencia como docente. Eres Licenciada en Filología y profesora de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana
GG: Soy Filóloga y cuasi Master en Ciencias de la Comunicación.
NRC: ¿Qué falta a la Maestra en Ciencias de la Comunicación?. ¿La tesis? ¿Cuál es tu tema de investigación científica?
GG: Concluí todos los créditos de la Maestría. Sólo me falta la tesis, a punto de discutirla. Investigo a profundidad la última evaluación realizada a los locutores. Problemas lingüísticos trasladados de una provincia a otra, detectados en esta evaluación, quizás como resultado de la migración de la población cubana que viaja de la mano de problemas lingüísticos y aún cuando los locutores –como premisa- debemos representar el “habla culta”, detectamos algunos fenómenos como seudo-dislalias culturales de la voz popular que han pasado al “habla culta”. Esa es la esencia temática de mi tesis de Maestría en Ciencias de la Comunicación.
NRC: En la formación integral del locutor y su preparación técnica, ¿qué importancia le concedes a la Academia?
GG: ¡Muy importante!. Para mi la preparación es muy importante. Te diré algo: los artistas no se preparan en Academia, ella lo que hace es complementar el talento del artista.
NRC: ¿Se nace artista, locutor?
GG: Creo que si. Eso viene en los genes. ¡Ah!, la pregunta: ¿qué hace la Academia?, complementa, da brillo, armas, herramientas, argumentos y viste el talento artístico. Es como el carbón. ¿Tú sabes que el brillante es carbón? Igual sucede con el talento artístico, con el artista, con el locutor. Entonces, la Academia pule el diamante.
"Un hombre que tiene algo que decir y no encuentra oyentes está en una mala situación. Pero todavía están peor los oyentes que no encuentran quien tenga algo que decirles." Bertolt Brecht
NRC: La voz humana es protagónica del código Radiofónico. En la expresión sonora –voz humana, música, sonido ambiente, silencio- ella es pilar en la comunicación y transmisión de ideas. Como experta y Maestra de radialistas, ¿cuál es la buena voz en este medio?
GG: La buena voz si tiene algo bueno que decir, es preciosa. En cambio, si no tiene nada que decir, puede servir para pregonar mangos. Es importante tener un timbre agradable, con el cual se gana el 50 por ciento en la comunicación. Si no tienes nada qué decir –aquí veo el otro 50 por ciento- aún con agradable timbre, puedes ser o un magnífico comunicador o un magnífico vendedor de mangos. La voz es parte, no lo es todo. Por aquí, cerca de casa un vecino le dice a un vendedor de helados: “Eres un magnífico locutor porque tienes tremenda voz, muy potente además”. Pero él solamente vende helados.
NRC: En Radio Rebelde, donde actualmente ocupas el cargo de subdirectora de programación, además de hacer como locutora las menciones estás vinculada a espacios de perfil cultural, musical, pienso en el vespertino Visión. ¿También incursionas en los informativos?
GG: Los informativos que realizo son actos de primer nivel, coberturas de personalidades que visitan el país, eventos internacionales y nacionales importantes, pero fundamentalmente mi trabajo está asociado a los programas de perfil cultural, musical. Los restantes los hago con el nivel de dignidad requeridos, pero no son mi fuerte. Porque no tengo el hábito de hacerlos, no tengo el aire, el ritmo de los noticieros. Te digo, no los hago mal, para nada. Los hago dignamente, pero reconozco que hay personas con más posibilidades para hacerlo mejor que yo. Además no es el género que más me agrada dentro de la locución radiofónica. Pienso que en general el comunicador debe hacerlo todo bien, aunque brille más en un género. En mi caso no brillo en los noticieros, brillo en otros, en las menciones, en los musicales. Son mis fuertes en la locución.
NRC: ¿Eres muy rigurosa y exigente contigo misma? ¿Perfeccionista, profesionalmente?
GG: Si, si, si. Soy muy exigente con los demás, porque soy parte de un grupo y lo soy conmigo misma.
NRC: Además de locutora eres actriz. ¿Empírica o posees formación académica para la actuación?
GG: Entre los años 1970-1974, estudié actuación en la Escuela para formación de actores con Alejandro Lugo, Alfredo Perojo, Aldem Night, que fueron nuestros profesores. Eso fue un conflicto, ¿tú lo sabías, Nora?... (Risas)
NRC: ¡No!, cuéntame por favor… (Risas)
GG: (Risas)…. Te cuento. Corría el año 1970 cuando abre la convocatoria para la Escuela de Formación de Actores, donde estudió María Cristina Palomino, Susana Pérez, Jorge Villazón, Eduardo Macías, entre otros. Todos éramos compañeros de grupo. Resulta ser que un gran día, Rafael Fábregas, mi profesor del curso de locución me pregunta: “¿Qué haces estudiando actuación?”. Le respondo: “Profe, a mi me gusta”. Luego me dice: “No, porque los locutores y los actores no tienen nada que ver”. A lo que respondí: “Yo creo lo contrario”. A partir de ahí se produjo el conflicto.
Esa Escuela duró 4 años y en el 74 cuando termino, le digo: “Profesor, ya me gradué de actriz y sigo siendo locutora”. Entonces, para no darse por vencido me responde: “Bueno, tu eres la excepción.” (Risas). Luego hice algunas novelas y espacios humorísticos de Radio. En Televisión hice algunas cositas.
NRC: La Televisión no te atrapó como la Radio. ¿Por el medio o por la profesión?
GG: Por las dos cosas. Pienso que la televisión es una opción para el profesional, pero no puede ser el fin, para mí por lo menos no lo es. Para mi la Radio es mucho más importante aún cuando se que la televisión da más popularidad, más amigos, más admiradores, pero, la televisión necesita de imagen y del talento de muchas personas. La Radio demanda el talento de menos y me doy cuenta que agrupar muchos talentos es muy difícil. Piensa que la televisión necesita de un diseño de luces, de vestuario y cualquiera de ellos, puede echar a perder un programa, en Radio no sucede así: para hacer buena Radio, necesitas solamente de un buen director, un buen conductor, un buen guión y un buen realizador de sonido. Y ¡ya!, cuatro personas es mucho más fácil de encontrar que 25, por tanto la televisión es mucho más difícil en ese sentido. Esto es en cuanto al medio se refiere. Por mi parte, pienso que mi época de televisión pasó, porque ya no tengo 15 años, tengo unas libras de más, no poseo una imagen quizá acorde con los requerimientos de algunas personas de la televisión, aunque todo esto es discutible. Algunas personas me preguntan: “¿Por qué no haces televisión”?, a lo que respondo: “No hago televisión porque no me llaman para hacer televisión”, aunque obviamente, no me voy a poner una minifalda, ni un escote. Ese no es el programa que haría, pero pienso que se puede hacer televisión para todos los gustos.
NRC: Siempre que tengo la posibilidad de conversar con una personalidad de la Radio cubana, como ahora lo hago contigo, aprovecho para compartir mi opinión referida al fuerte arraigo de este medio entre sus profesionales. La Radio fomenta el sentido de la posesión, ¿que tú crees?
GG: Muy cierto. En la televisión no hay sentido de pertenencia. En cambio en la Radio, si tenemos sentido de pertenencia de nuestra emisora, de nuestro programa y así cada cual desea que su emisora y programa se escuchen más que otros. En la televisión encuentras que en cualquier canal puedes ver similares contenidos. Pienso que esa homogenización le resta sentido de pertenencia. Lo he dicho muchas veces: hace falta que la televisión tenga el mismo sentido de pertenencia de la Radio.
NRC: ¿El programa Visión que haces en Radio Rebelde es tuyo?
GG: ¡Claro!, es mío. Yo lo empecé y ya tiene veinte años al aire. Es mío y yo lo quiero, lo sufro y lo discuto.
NRC: Asumo el riesgo de decir que el programa Visión es Gladys Goizueta… ¿Se ha pensado en él sin tu voz e impronta?
GG: Sobre eso justamente conversaba hace pocos días con Ríos Vega (2) y consensuamos que ese programa cuando cumpla su vida útil tiene que cambiar. Será otro, se llamará “Visión” o “Audición”, pero tiene que ser otro programa. No el actual. ¿Te das cuenta? Lo mismo sucede con el programa “Así” con Franco Carbón. Ese programa es de Franco y el día que él no lo haga, debe llamarse de otra manera y será otro programa. Se trata de espacios que son una simbiosis programa-conductor que expiran, el día que no tengan su voz habitual.
NRC: Son espacios que generan adicción a la voz habitual por la identificación entre sus audiencias
GG: Es verdad. Las personas te identifican. Mira Nora te cuento más: a mi los radioescuchas del programa “Visión” me escriben para contarme problemas personales, de su familia, de su hogar, de su relación sentimental. Sin ser psicóloga, pero observa la comunicación que se establece entre el emisor y el receptor, con un alto grado de confiabilidad en nosotros.
NRC: Interesante experiencia de interactividad con tu público. ¿Qué haces en cada caso?
GG: Siempre respondo de forma personalizada. A veces me involucro, otras veces no. Por ejemplo, recientemente me escribió una persona para contarme que era cantante, componía décimas. La mandamos a buscar, le hicimos las pruebas y efectivamente, devino magnífica decimista y está trabajando con nosotros.
NRC: Conozco el testimonio de los radioescuchas de Visión que desean ser tus amigos, amigas, porque “eres la mejor”, porque “eres una linda persona”, cita textual de las expresiones concordantes; pero más allá del impacto que provocas profesionalmente, aquí muy cerca de nosotras se encuentran ahora esos dos seres que tanto amas y te aman, a más no poder: tu hija y tu esposo. Por favor, háblame de los dos…
GG: Quiero decirte que conocí hace 26 años en una misión internacionalista en Etiopía (3), a Francisco Etayo Hernández, mi esposo, quien actualmente trabaja en los Servicios Informativos de la TV cubana. Te diré la verdad: era muy lindo y me enamoré de Etayo a primera vista, desde que lo vi, porque tiene uno ojos preciosos, además es muy serio y circunspecto, todo lo contrario a mi, que era muy zalamera. Allí iniciamos la relación de pareja hasta regresar a Cuba donde nos casamos, pero en Etiopía estuvimos juntos durante un año. Sólo podíamos vernos los fines de semana porque él estaba a 200 kilómetros de donde me encontraba. Te cuento que en la casa donde viví había una muchacha llamada Sahay, muy linda, dulce, joven. Y yo le dije: “si algún día tengo una hija hembra le pondré tu nombre”. Así fue y ella quizá no sepa que mi única hija se llama Sahay, nombre que en amárico quiere decir El Sol. Y así, desde entonces Etayo y yo estamos juntos. Eso quiere decir que nuestra familia está consolidada, aún con nuestras diferencias, obviamente, pero nos llevamos muy bien en el sentido del respeto, el amor y en el consenso a la hora de tomar decisiones. Estoy muy orgullosa de mi hija, es muy buena, termina ahora la Universidad , en la carrera de Comunicación Social lo que sucede que está temerosa y tiene las mismas preocupaciones que tuve al iniciarme en la profesión porque mi papá fue locutor.
NRC: Tradición vocacional genética…
GG: Lo que sucede es que cuando uno empieza tiene el referente que en unas ocasiones es muy bueno, en otras, muy malo.
NRC: ¿Tu debut en la locución fue bueno con el referente de “la hija del locutor Enrique Goizueta”?
GG: Imagínate tu, siempre me comparaban. Pero solo en los comienzos. Mi propio papá me decía: “Comenzaste siendo la hija de Enrique Goizueta y ahora soy el padre de Gladys Goizueta”. Sucede que se busca el referente, pero en el transcurso del desarrollo profesional una se desprende y logra hacer su propia carrera. Así lo hice yo y espero que Sahay haga lo mismo.
NRC: ¿Enrique Goizueta fue tu paradigma?
GG: En algunas cosas si, en la locución no. Desde el punto de vista familiar, humano, personal, siempre fue mi paradigma. Además es lo que más quise en mi vida, después de mi hija. Desde el punto de vista de la locución fueron –reitero- Miguelito Páez y Manolo Riveiro. Ellos marcaron mi camino y a ellos los seguí. Ahora bien, en lo que a disciplina, ética, cumplimiento del deber, mi papá fue mi guía. ¡Ahí si!
NRC: ¿Cómo lo piensas para perpetuar su memoria?
GG: Muy bien. Lo quiero mucho y me hace mucha falta. Consulto con él como si fuera mi almohada. Pienso que existe comunicación porque me dejó códigos que me permiten comunicarme con él. Por ejemplo, a veces me pregunto: “¿qué haría mi papá en estos momentos?… ¿que diría?” y logro la respuesta a esas interrogantes.
NRC: ¿Fue tu amigo?
GG: Si lo fue. Con las satisfacciones y desilusiones recíprocas que se dan los amigos.
NRC: Permíteme a modo de conclusiones: ¿qué deja Radio Rebelde a tu vida?
GG: Rebelde es muy importante para mi, cambió mi vida en el sentido de que me hizo conocer que había algo más que la cultura, puramente artística, que la cultura era la deportiva, la política, la humana, la cultura de la solidaridad, o sea, la gente piensa que cuando tu dices “es una persona culta” es porque sabe mucho de pintura, de ballet, de teatro, en fin. Las personas que solo saben mucho de pintura, ballet, teatro, son medianamente cultas, pero si además de eso conocen quién es el mejor pelotero de Cuba, o por qué clasifica o no clasifica nuestro equipo de fútbol, o por qué Cuba es miembro de los países No Alineados, por qué se va a hacer una Cumbre en Cuba; si sabe que cosa es el ALBA, el ALCA, y conoce la obra de Cacho, Flora, Fabelo, Silvio Rodríguez, Los Van Van, ¡ah!, entonces, es una persona culta porque conoce por donde se mueve su país. Pero añado a ese conocimiento, los gustos culinarios del cubano a quien agrada comer arroz, frijoles, yuca y carne de cerdo con plátanos tostones, es decir, la cultura alimentaria de este pueblo. Hablo de una cultura general y es la que necesitamos. Pienso que ahí en ese terreno trato de moverme todos los días y eso me lo ha dado Radio Rebelde que me ha permitido conocer otras aristas que antes no conocía, pensaba que una persona culta era quien leía a Carpentier, iba al ballet, conocía las obras de teatro principales y pintores fundamentales del país. Eso es importantísimo, pero debo saber también quién inventó la vacuna recombinante y que existen científicos cubanos que son tan intelectuales como yo. Trato de aprender mucho y de todas las cosas.
NRC: ¿El programa “Visión”?
GG: Me deja algo muy agradable que es el contacto, la interrelación y retroalimentación con la gente. Esa interacción tu no la puedes lograr si no tienes un programa en vivo todos los días y que a veces estás en otra cosa y te llama un oyente por teléfono solamente para decirte: “La llamo porque deseo conversar con usted para que me diga algo y felicite a mi niña que cumple año.” Eso no se paga con nada. Esa retroalimentación diaria es fundamental, al menos para mí.
NRC: ¿Para Gladys Goizueta la Radio cubana es?
GG: ¡Mi vida!, tan sencillo y tan complejo como eso. ¡Mi vida!.
NRC: ¿La locución?
GG: Igual. He dedicado mi vida a la Radio cubana y a la locución. Creo que la locución es una profesión muy bella para respetar, querer y cuidar. Yo la quiero, cuido y respeto, todos los días.
NRC: ¿Francisco Etayo Hernández?
GG: ¿Mi esposo?... quisiera que al morir, parta conmigo, siempre juntos. Es mi compañero para toda la vida.
NRC: ¿Sahay Etayo Goizueta?
GG: Mi hija: Ella es mi Sol, a quien he preparado para la vida, para cuando yo no esté, sepa enfrentar su profesión, su vida y su independencia.
Retrocedo y vuelvo al título: “Gladys Goizueta, admirable Maestra de la locución en la Radio cubana” y antes del cierre debo agregar: íntegra mujer realizada y plena, porque más allá de la obra radial que aporta, su paradigma trasciende al amor hogareño reciprocado y al pedestal que la sustenta. ! Qué maravillosa! familia Goizueta-Etayo y viceversa.
(*) Master en Ciencias de la Comunicación y Licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista y Especialista de la Dirección Nacional de Información de la Radio cubana. Integrante de su Redacción Nacional de Internet. Premiada en notables concursos periodísticos. Miembro de jurados de certámenes de prensa y Festivales de la Radiodifusión en Cuba.
Notas:
(1) Radio Aeropuerto Internacional pasa a Radio Internacional a finales de la década de los años 1960 y principios de 1970
(2) Luis Ríos Vega, director del programa Visión, de Radio Rebelde. En el aire desde el 4 de abril de 1986, cuyo perfil es dedicado –preferentemente- a los jóvenes. Este espacio no ha envejecido aún cuando posee 20 años de vida en el éter.
(3) La prestigiosa radialista cubana, cumplió misión internacionalista durante 18 meses en Etiopía, donde trabajó como locutora de la emisora Radio Tatek. Gladys Goizueta ha sido laureada en importantes concursos y Festivales Nacionales de la Radio cubana. Posee diversas condecoraciones, entre ellas: las Distinciones por la Cultura Nacional y Raúl Gómez García y el Machete del General Máximo Gómez.
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