La política de EEUU que favorece la emigración irregular, ilegal e insegura desde Cuba
Sobre los elementos de la política estadounidense hacia Cuba que favorece la emigración irregular, ilegal e insegura desde nuestro país trató la Mesa Redonda de este miércoles, que contó con la participación de especialistas y periodistas.
Al inicio del programa televisivo, Dariel Quintana Fraga, especialista de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, abordó la historia de la política migratoria de Washington hacia Cuba.
Para comprender las dificultades que enfrentan hoy los cubanos que tienen la intención de emigrar hacia EE.UU., a través de terceros países, no se puede dejar de analizar la política y las dinámicas migratorias que se han establecido entre Cuba y EE.UU. desde el triunfo de la Revolución, dijo el especialista.
Quintana Fraga explicó que desde el propio año 1959 el gobierno estadounidense comenzó a manipular el tema migratorio en función de sus objetivos de política exterior, cuyo fin siempre ha sido derrocar a la Revolución cubana.
En ese contexto, añadió, Washington ha utilizado a nuestra población como rehén de sus intereses hegemónicos.
De acuerdo con el funcionario del Minrex, desde esa época, la política migratoria se convirtió en un elemento central de las políticas de hostigamiento y hostilidad de EE.UU. contra Cuba.
Recordó que en los años iniciales de la Revolución, el gobierno de EE.UU. admitió a todos los emigrantes cubanos y les dio la categoría de refugiados, con el propósito de drenar a Cuba de sus recursos humanos y desacreditar al gobierno revolucionario que había llegado al poder recientemente.
En 1965 se encontraban en EE.UU. alrededor de 300 000 cubanos en situación migratoria regular, por lo que Washington tuvo que aprobar la Ley de Ajuste Cubano para regularizar su situación allí, agregó.
La Ley de Ajuste Cubano hasta el día de hoy brinda beneficios a los emigrantes cubanos, facilitándoles la obtención de la ciudadanía estadounidense, que no tienen los emigrantes de ningún otro país, dijo.
Esta Ley, señaló, ha sido acompañada por una política migratoria que ha continuado siendo un estímulo a la migración ilegal y desordenada desde Cuba hacia EE.UU., fundamentalmente porque no discrimina entre los migrantes legales y los irregulares.
"Por más de 60 años, la política migratoria de EE.UU. hacia Cuba ha sido una de las herramientas de su política de hostilidad contra nuestro país. Al igual que el bloqueo económico, comercial y financiero, al igual que las acciones armadas y los actos terroristas, y al igual que las campañas de desinformación, ha sido siempre una política que persigue un único objetivo: derrocar a la Revolución cubana y restablecer la hegemonía de EE.UU. sobre nuestro país".
Asimismo, Quintana Fraga se refirió a los altos costos que ha tendio la política migratoria de EE.UU. hacia Cuba.
"Se han perdido miles de vidas tratando de cruzar el Estrecho de la Florida guiados por la promesa de que serán recibidos allí, muchas familias se han separado por similares motivos, y, además, se ha creado inestabilidad en países de la región que han sido utilizados como puentes para llegar a EE.UU.".
No es la primera vez que EE.UU. promueve escenarios migratorios como el que estamos enfrentando hoy, aseguró el funcionario.
Argumentó que, en el contexto actual, el emigrante cubano tiene sobre sí el resultado de un estímulo histórico a la migración irregular, y tiene también el hecho de que se han cerrado todos los canales legales para la emigración, al permanecer cancelados desde 2017 los servicios consulares de Washington en La Habana.
"EE.UU. ha incumplido por cuatro años consecutivos con los acuerdos migratorios y con el compromiso de otorgar un mínimo de 20 000 visas anuales a emigrantes".
Además, agregó como elemento determinante en la actual situación el recrudecimiento del bloqueo y las medidas restructivas impuestas por la administración Trump y aún vigentes.
Al intervenir en el programa, José Ramón Cabañas Rodríguez, director general del Centro de Investigaciones de la Política Internacional (CIPI), explicó que el actual gobierno estadounidense ha mantenido la política migratoria hacia Cuba de la administración anterior, durante la cual se cerraron los servicios consulares de Washington en La Habana utilizando como pretexto los supuestos ataques sónicos contra su personal diplomático.
Cabañas Rodríguez, quien se desempeñó como Embajador de Cuba en Washington hasta 2020, aseguró que la administración Trump violó todos los acuerdos migratorios vigentes entre Cuba y EE.UU., y Biden hasta el momento continúa violándolos también.
Vale la pena preguntar a la administración estadounidense bajo qué argumentos continúan cerrados los servicios consulares en La Habana, si ya ni siquiera ellos creen en la existencia de esos supuestos ataques sónicos, dijo.
El diplomático enfatizó en que Joe Biden era vicepresidente cuando ambos países llegaron a acuerdos que lograron reducir casi a cero la migración irregular o ilegal, situación que se revirtió progresivamente a la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Manifestó que el propio Biden conoce que existen antecedentes de colaboración en esta materia entre ambos gobiernos, pero es necesaria la buena voluntad común para mantener una migración regular, ordenada y segura.
En los últimos años se implementaron, además, medidas de restricciones de viajes y se colocó a Cuba en la categoría de países de riesgo para viajar, lo cual redujo considerablemente el trasiego de personas en uno u otro sentido, expresó.
De acuerdo con el especialista, las medidas de recrudecimiento del bloqueo impuestas por Trump y que se mantienen hasta hoy, también han impactado en la actual situación migratoria entre ambos países.
Estas medidas han estado orientadas a crear malestar en la población, manipular la opinión pública y afectar al gobierno cubano, añadió.
Denunció que las personas que deciden emigrar por esta vías irregulares son extorsionados y muchas veces víctimas de los traficantes de personas.
"Cuba tiene información de las presiones que se han ejercido sobre terceros países en la región para que tomen medidas migratorias respecto a nuestro país".
Esto, señaló, ha tenido impacto directo en ciudadanos cubanos que tenían planes de viajar a determinado país y 72 horas antes se han visto imposibilitados de hacerlo.
Al intervenir en la Mesa Redonda de este miércoles, la periodista Bárbara Betancourt Abreu, señaló que la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba ha tenido un acompañamiento mediático a lo largo de la historia. En ese sentido, comentó que existen medios de comunicación que se han creado para dañar al pueblo cubano y obstaculizar cualquier señal de acercamiento entre ambas naciones.
La principal víctima de esta política –aseveró– es la familia cubana: “Porque está separada, cada vez la lejanía es más grande, de años, meses, trámites, es más costoso, los boletos aéreos han crecido notablemente”.
“El gobierno cubano está haciendo lo que le corresponde, conversando e interactuando con los gobiernos del área para que tengan en cuenta los intereses de los connacionales que están en una situación, pero eso ya no depende de Cuba”, señaló.
Betancourt Abreu subrayó que cuando Estados Unidos realiza acciones en materia migratoria hacia Cuba siempre tiene una segunda intención.
La periodista de la televisión cubana destacó que las personas tienen todo el derecho a irse a Estados Unidos o a otro país en busca de mejoras y agregó que el movimiento migratorio ha existido a lo largo de la historia: “Eso es legítimo, pero en el caso de Estados Unidos, muchos tienen que dejar de ser, en esencia, lo que son, para alcanzar ese sueño”.
El verdadero sufrimiento –insistió– está en la familia cubana.
En otro momento del espacio televisivo, José Ramón Cabañas Rodríguez, exembajador de Cuba en Estados Unidos, recordó que la Ley de Ajuste Cubano se mantiene vigente y añadió que la Isla continúa cumpliendo con su parte de los acuerdos migratorios entre Washington y La Habana.
Estos acuerdos –insistió el diplomático– mostraron que se podían normalizar las relaciones. Con la madurez y la experiencia con que concluyen estos acuerdos en enero de 2017 –dijo– se crean las bases para regularizar y hacer la migración ordenada y segura.
El fenómeno migratorio hay que analizarlo hacia y dentro de Estados Unidos, comentó Cabañas y ejemplificó el componente interno del fenómeno: “Hay alrededor de 12 millones de ciudadanos que no tienen regularizada su situación migratoria”.
En el contexto de los acuerdos –recordó– demócratas y republicanos pugnaban por regularizar dicha situación con objetivos puramente políticos en un entorno de elecciones.
“Entonces vino la opción Trump, con un rechazo ideológico, político y hasta racial al extranjero, pero que perseguía un objetivo económico, o sea, reducirle el valor a la fuerza de trabajo inmigrante”, señaló.
En cuanto al componente externo, destacó los flujos irregulares, fundamentalmente por Centroamérica: “Contrasta hoy la manera en que atienden ese tema del flujo irregular, y hoy desde la Casa Blanca se escuchan proyectos para invertir y dar dinero para ayudar en la situación económica de esos orígenes, sin embargo, en el caso de Cuba, lo que hacen es reforzar las medidas económicas que hacen más difícil la vida del cubano día a día”.
Cabañas Rodríguez afirmó que “el migrante cubano es un rehén de una posición hegemónica estadounidense, se violan los derechos humanos de los migrantes y el derecho internacional”.
Al finalizar la Mesa Redonda, Dariel Quintana Fraga, especialista de la Dirección General de EE.UU. en el Minrex, aseveró que la política migratoria de Washington hacia Cuba tiene varias contradicciones.
Mientras ambos países tienen acuerdos migratorios en los que se plantea una migración regular, ordenada y segura, EE.UU. estimula la migración por otro lado, lo cual contradice sus compromisos en dichos acuerdos.
“Han mantenido una presión económica significativa sobre Cuba, han impedido la movilidad e impulsado la migración irregular desde la Isla hacia Estados Unidos”.
Quintana Fraga reiteró que el gobierno cubano ha alertado a Washington de las consecuencias negativas de los incumplimientos de los acuerdos migratorios, y ha convidado a la contraparte estadounidense a establecer canales de diálogos para resolver el problema.
“Hoy el migrante cubano vuelve a creer que puede acceder a Estados Unidos por vías irregulares y que es la única vía que le queda; los han llevado a eso al impedirle todos los accesos legales a EE.UU”, señaló.
El funcionario destacó que la respuesta de Washington ha sido el cierre de las posibilidades de relaciones en el ámbito migratorio, mientras el gobierno cubano ha promovido la circularidad de la migración.
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