Sin
resolver algunos de sus urgentes y vitales asuntos internos, prefiere
el mandatario dedicar tiempo, recursos y gestión, a amenazas,
bloqueos...
Nancy
Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos,
ha advertido que «Trump se irá de la Casa Blanca quiera o no quiera».
Es
la respuesta de los demócratas que fustigaron al Presidente por negarse
a prometer que respetará los resultados de las elecciones de noviembre,
reportó ap.
Paralelamente,
el diario The New York Times publicó que la falta de liderazgo y los
estropicios de Trump ante la pandemia de la covid-19 son de tal
magnitud, que algunos gobernadores
republicanos han concluido que deben
distanciarse del mandatario y trabajar al margen de él, para encarar al
coronavirus; otros, pese a su sintonía con él, han optado por ignorarlo o
contradecirlo.
Gobernadores
como el republicano Gary Herbert, de Utah, ha deplorado la
«complacencia» que ha habido en la Casa Blanca ante la enfermedad.
Incluso, según la propia fuente, algunos de ellos han realizado llamadas
«secretas», a altas horas de la noche, sin participación de asesores o
asistentes ni representantes de la Casa Blanca, en las que se dan consejos tendrán las múltiples crisis generadas por esta pandemia.
Por su parte, la cnn refiere que el gobernador de Maryland, Larry Hogan, ha riticado
la actuación de Trump desde hace tiempo y señalado que «es claro que no
hay esperanza de que el Presidente conduzca la reacción nacional
[frente al sarscov- 2], y si nos retrasamos más, estaremos
condenando a
más de nuestros ciudadanos al sufrimiento y la muerte».
En
este contexto se dan la mano la total incapacidad del mandatario para
dirigir los destinos del país; la gravedad de una pandemia, que en
Estados Unidos ya supera los 3 748 248 contagiados y los 139 964
muertos, y una desenfrenada carrera electoral.
El
magnate presidente no parece interesado en poner coto a los contagios y
prefiere una apertura económica total, sin distanciamiento ni
mascarillas, aunque el pico letal se eleve
.
Está
más dedicado a la búsqueda de votos para reelegirse, y usa para ello
las ofensas de todo tipo contra su rival demócrata Joe Biden, mientras
acusa sin fundamento alguno, a otros países como China, por el camino
tomado por el nuevo coronavirus en Estados Unidos.
Pienso
que la «suerte» del futuro político de ese país a partir de noviembre
próximo ya está echada y solo faltaría la acción del pueblo a la hora de
ejercer el sufragio.
Quizá
entonces, pese mucho para un Trump, al menos moralmente derrotado, el
recuerdo de los muertos por culpa de un Gobierno que no ha sido capaz de
combatir la pandemia que, además, ha llevado a una cifra superior a los
30 millones de trabajadores a perder sus empleos, según Noticias
Telemundo.
Aun
así, sin resolver algunos de sus urgentes y vitales asuntos internos,
prefiere el mandatario dedicar tiempo, recursos y gestión, a amenazas,
bloqueos, u otros elementos que tienen a la humanidad al borde de un
conflicto irreversible, ya sea en los mares cercanos a China, en el
Golfo Pérsico, o en el Caribe.
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