lunes, 30 de septiembre de 2019

El inicio del 'impeachment' contra Trump, ¿por qué ahora y no antes?



AddThis Sharing Buttons
Por fin llegamos al punto del no retorno,  ¿y para qué?

Donald Trump ha cometido incontables irregularidades desde su llegada a la Presidencia que han puesto en cuestión su capacidad de gobernar bajo las reglas y normas de la Constitución estadounidense. Ha encerrado a miles de migrantes que buscan refugio y asilo en Estados Unidos en centros de detención, llamándolos 'animales', 'criminales' y 'mala gente', violando además sus derechos humanos más básicos. Ha separado a miles de niños pequeños de sus familias, sometiéndolos a situaciones de tortura, maltrato y abuso. Algunos han muerto bajo custodia de las autoridades estadounidenses por falta de atención médica, deshidratación y otras razones injustificables.

La lista de mentiras diarias del mandatario estadounidense ha superado todos los límites, sin ninguna consecuencia, y sus constantes ataques públicos contra los medios y sus críticos han creado un clima peligroso de intolerancia, racismo y odio. Uno de sus seguidores envió bombas a periodistas y políticos adversarios, otros han emitido amenazas de muerte contra sus críticos. Hombres blancos fieles al presidente han matado a latinos, afro-estadounidenses y judíos, reiterando las 'ideas' de Trump de parar una 'invasión' de gente no-blanca en el país. El racismo y la xenofobia han proliferado en Estados Unidos de manera peligrosa durante su mandato.
Eva Golinger, abogada, escritora e investigadora estadounidense-venezolana.
"Los demócratas no pidieron un 'impeachment' cuando Trump estaba torturando a niños migrantes o aplaudiendo a los neonazis. Tampoco quisieron actuar mientras la plaga de corrupción crecía como una infección contagiosa. Ni hicieron nada cuando Trump promovía el odio contra los periodistas, los medios, los latinos, las mujeres, los migrantes y contra cualquiera que levantase la voz para criticarlo". Eva Golinger, abogada, escritora e investigadora estadounidense-venezolana.
El mandatario estadounidense ha usado el poder de la Presidencia para promover sus propios negocios, usando cientos de millones de dólares en fondos públicos para viajar cientos de veces a sus propiedades privadas para jugar al golf y pasar los fines de semana. También ha realizado eventos en sus hoteles y resorts –a costo de los fondos públicos– y ha generado millones de dólares en ganancias de gobiernos y empresarios extranjeros que se han quedado o usado sus propiedades para sus eventos y/o visitas privadas.

En fin, los niveles de corrupción de Trump son tan altos que el público ha perdido la cuenta. Su corrupción y su comportamiento errático y cuestionable son tan comunes –además de un bombardeo diario de amenazas, odio e insultos en su Twitter– que se han normalizado en el discurso público. Todo es tan irracional que se ha hecho normal. Por ejemplo, varios miembros de su gabinete fueron forzados a renunciar luego de que se hicieran públicos sus actos corruptos o irregulares. Los conflictos de intereses de sus asesores y secretarios son notorios, además de su nepotismo abierto. Su hija Ivanka y su esposo multi-millonario Jared Kushner son asesores en la Casa Blanca, aunque carecen de credenciales o experiencia política.

No obstante, todo esto casi pasa desapercibido porque estamos inundados con otras locuras de Trump que sirven de distracción.

Y nada de eso fue suficiente para levantar el ánimo de los demócratas sobre un juicio político, o un 'impeachment' como se llama en inglés. Ni siquiera la famosa investigación de Robert Mueller sobre #Russiagate, la supuesta conspiración entre la campaña de Trump y Rusia para lograr su victoria electoral. Los dos años que duró esa investigación se vinieron abajo cuando Mueller no pudo encontrar evidencia de ningún crimen cometido por Trump, aunque varios de sus asesores y colaboradores fueron convictos de crímenes relaciones con perjurio, soborno y corrupción

No hay comentarios.: