En la tarde del viernes 25 de enero El Nuevo Herald de Miami atribuía
a “una fuente con conocimiento” lo que el sábado 25 el secretario de
Estado norteamericano, Mike Pompeo, diría con otras palabras en el
Consejo de Seguridad de la ONU: Culpar a Cuba de la frustración del más
reciente intento de golpe de estado en Venezuela.
En la tarde del viernes 25 de
enero El Nuevo Herald de Miami atribuía a “una fuente con conocimiento”
lo que el sábado 25 el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo,
diría con otras palabras en el Consejo de Seguridad de la ONU: Culpar a
Cuba de la frustración del más reciente intento de golpe de estado en
Venezuela.
A la “fuente con conocimiento”, El
Herald de Miami sumaba declaraciones de Marco Rubio-al parecer el
verdadero secretario de Estado, al menos para Latinoamérica- diciendo
que los militares venezolanos “son leales porque los cubanos los están
espiando”.
Llegó la sesión del Consejo de Seguridad
de la ONU convocada por Estados Unidos, donde Pompeo, exdirector de la
CIA, atribuyó la descripción de sus antiguos subordinados -“matones de
seguridad e inteligencia”- a los cubanos y uno se pregunta si no es
Marco Rubio el ventrílocuo que hace mover los labios al Secretario de
Estado.
En el Consejo de Seguridad de la ONU
fueron tantas las voces en desacuerdo con Pompeo que este optó por
retirarse sin contestar las preguntas de la representante cubana sobre
si no es Washington quien ha impuesto una incesante guerra económica a
Caracas y saboteó el acuerdo alcanzado en las negociaciones para la
participación electoral de la oposición más cercana a sus intereses.
Hay que inventar fantasmas para explicar
lo que a estas alturas no debería ocurrir según el enésimo guión puesto
en escena por Washington en Venezuela: los militares venezolanos
permanecen fieles al gobierno constitucional de Nicolás Maduro, y el
“presidente” proclamado por el vicepresidente Mike Pence no tiene ningún
poder real en Venezuela. El humorista caraqueño Roberto Hernández
Montoya se preguntaba en Twitter “¿Por qué Guaidó no indulta a su jefe
Leopoldo López? Es por una duda que tengo”
.
Reveladoramente, sólo hay un militar
venezolano que se ha sumado al golpe y no está en Caracas, sino en
Washington: el agregado militar de la embajada venezolana en Estados
Unidos, y no hay que leer muchas novelas de espionaje, ni ver otras
tantas películas del mismo género, para suponer la mano de los chicos
que dirigió Pompeo detrás del cambio de bando de esta golondrina que
fuera de su país no puede hacer verano. Una pregunta para Rubio-Pompeo,
ya que son uno los dos: Si es tan decisivo y evidente el trabajo de los
agentes cubanos en Venezuela, por qué ellos con sus sofisticados medios
de vigilancia y espionaje no han podido mostrar una sola prueba en más
de 20 años, o al menos reclutar uno solo como acaban de hacer con el
agregado militar caraqueño en Washington.
Pero nada nuevo, excepto la
ventriloquía, como dijo alguna vez Fidel: el país más espiador del mundo
acusa a uno de los más espiados, y puede agregarse: el más golpista al
que nunca ha dado un golpe de estado, el que más bases militares tiene
fuera de sus fronteras al que no tiene ninguna, el que envía soldados al
que envía médicos, el que crea academias de torturadores al que crea
escuelas de medicina, el que tiene como norma las fake news al que se
rige por la verdad en su política exterior.
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