Bob Woodward
El presidente Donald Trump dijo el miércoles que es el “opuesto exacto” del retrato que hace de él Bob Woodward en un nuevo libro que ha provocado una tormenta en la Casa Blanca y en el que antiguos y actuales colaboradores lo califican de “idiota” y “mentiroso”.
Trump volvió a insinuar en Twitter que se deben modificar las leyes
sobre calumnias, alegando que la gente actualmente puede decir
semejantes cosas y “salirse con la suya”. La vocera de la Casa Blanca,
Sarah Huckabee Sanders, dijo por Fox News que no ha hablado con el
presidente sobre la posibilidad de que él presente una demanda por
calumnias.
El libro del reportero _que décadas atrás ayudó a provocar la caída del presidente Richard Nixon_ cita a colaboradores del presidente que menosprecian su discernimiento y aseguran que tuvieron que retirar documentos de su escritorio para impedir que renunciara a un par de acuerdos comerciales.
Antes de llegar a las librerías, el libro de Woodward ha puesto al gobierno a la defensiva con anécdotas explosivas y temores por la cordura del comandante en jefe. The Associated Press obtuvo un ejemplar de “Fear: Trump in the White House” (Miedo: Trump en la Casa Blanca) una semana de su aparición oficial.
Trump tuiteó el miércoles que las citas y anécdotas en el libro son “fraudes, una estafa al público” y añadió que tanto el secretario de Defensa, Jim Mattis, como el jefe de despacho John Kelly negaron haber formulado las críticas reproducidas en el libro.
Con respecto al relato del libro de que colaboradores estrechos retiraban documentos confidenciales de su escritorio para impedir que tomara decisiones impulsivas, Trump dijo al diario Daily Caller: “Nadie me quitó nada”.
Woodward dijo en una declaración al Post: “ratifico mi reportaje”.
Sanders dijo a la prensa en la Casa Blanca que el libro no retrataba correctamente al gobierno y añadió que “se le ha respondido de manera bastante amplia”.
El abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, tuiteó el miércoles que “el incidente sobre mí es totalmente falso” y que Woodward “nunca me llamó“.
En el libro, Trump ataca furiosamente a Giuliani después que apareció en los programas periodísticos dominicales para defender al entonces candidato tras la aparición de una grabación del programa “Access Hollywood” en el que el ahora presidente se refiere a las mujeres con términos vulgares. “Nunca he visto una peor defensa de mí en toda mi vida”, dice Trump. “Te arrancaron el pañal. Eres un bebé que necesita que lo cambien. ¿Cuándo serás un hombre?“.
El martes por la noche, Trump negó por Twitter que hubiera llamado “retardado mental” y “sureño estúpido” al secretario de Justicia Jeff Sessions, según el libro.
Trump insistió que “jamás califiqué así a nadie, incluso a Jeff” y añadió que “ser un sureño es una GRAN cosa”. Sessions ha sido blanco de las iras del presidente desde que se recusó de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones.
La aparición del libro de Woodward ha despertado expectativas desde hace semanas. Funcionarios retirados y en activo de la Casa Blanca calculan que casi todos sus colegas hablaron con el célebre periodista de Watergate. La Casa Blanca, en una declaración de Sanders, dijo que solo contenía “historias fabricadas, muchas de ellas por exempleados contrariados, para hacer lucir mal al presidente”.
Según el libro, Kelly pone en duda las facultades mentales de Trump y en una reunión declara que “estamos en un manicomio” (“crazytown”). También dice que llamó a Trump “idiota”, algo que Kelly negó el martes.
El libro del reportero _que décadas atrás ayudó a provocar la caída del presidente Richard Nixon_ cita a colaboradores del presidente que menosprecian su discernimiento y aseguran que tuvieron que retirar documentos de su escritorio para impedir que renunciara a un par de acuerdos comerciales.
Antes de llegar a las librerías, el libro de Woodward ha puesto al gobierno a la defensiva con anécdotas explosivas y temores por la cordura del comandante en jefe. The Associated Press obtuvo un ejemplar de “Fear: Trump in the White House” (Miedo: Trump en la Casa Blanca) una semana de su aparición oficial.
Trump tuiteó el miércoles que las citas y anécdotas en el libro son “fraudes, una estafa al público” y añadió que tanto el secretario de Defensa, Jim Mattis, como el jefe de despacho John Kelly negaron haber formulado las críticas reproducidas en el libro.
Con respecto al relato del libro de que colaboradores estrechos retiraban documentos confidenciales de su escritorio para impedir que tomara decisiones impulsivas, Trump dijo al diario Daily Caller: “Nadie me quitó nada”.
Woodward dijo en una declaración al Post: “ratifico mi reportaje”.
Sanders dijo a la prensa en la Casa Blanca que el libro no retrataba correctamente al gobierno y añadió que “se le ha respondido de manera bastante amplia”.
El abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, tuiteó el miércoles que “el incidente sobre mí es totalmente falso” y que Woodward “nunca me llamó“.
En el libro, Trump ataca furiosamente a Giuliani después que apareció en los programas periodísticos dominicales para defender al entonces candidato tras la aparición de una grabación del programa “Access Hollywood” en el que el ahora presidente se refiere a las mujeres con términos vulgares. “Nunca he visto una peor defensa de mí en toda mi vida”, dice Trump. “Te arrancaron el pañal. Eres un bebé que necesita que lo cambien. ¿Cuándo serás un hombre?“.
El martes por la noche, Trump negó por Twitter que hubiera llamado “retardado mental” y “sureño estúpido” al secretario de Justicia Jeff Sessions, según el libro.
Trump insistió que “jamás califiqué así a nadie, incluso a Jeff” y añadió que “ser un sureño es una GRAN cosa”. Sessions ha sido blanco de las iras del presidente desde que se recusó de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones.
La aparición del libro de Woodward ha despertado expectativas desde hace semanas. Funcionarios retirados y en activo de la Casa Blanca calculan que casi todos sus colegas hablaron con el célebre periodista de Watergate. La Casa Blanca, en una declaración de Sanders, dijo que solo contenía “historias fabricadas, muchas de ellas por exempleados contrariados, para hacer lucir mal al presidente”.
Según el libro, Kelly pone en duda las facultades mentales de Trump y en una reunión declara que “estamos en un manicomio” (“crazytown”). También dice que llamó a Trump “idiota”, algo que Kelly negó el martes.
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