Como bien ha planteado un,…., vaya otro cubano de a pie: La globalización se ha constituido en una fuerza impulsora de desarrollo de las tecnologías hasta tal punto, que podríamos hablar de una globalización científico-tecnológica o de una ciencia y tecnología globalizadas, que consolidan la era de la información y la sociedad del conocimiento[1], pero dentro de este amplio quehacer, donde los logros se obtienen en días, ha aparecido una nueva arma, quizás no tan brutal como una bomba atómica, pero si capaz de hacer temblar la tierra: las redes sociales.
Otro amigo, de esos que como yo, cubano, recorremos las calles de La Habana, observando, sin una guía previa, pero si tomando nota de todo lo interesante respecto al desarrollo de las redes sociales ha dicho: Las redes sociales son estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos[2].
Esta es la definición buena, sana, que en verdad nos interesa a todos los internautas, pero…cuando hombres como el expresidente de los Estados Unidos, si bien ha declarado públicamente que el bloqueo es una medida obsoleta y que nunca ha dado resultados, también ha afirmado, ante los medios: …El objetivo no es beneficiar al pueblo cubano, sino reforzar con acceso a tecnologías a individuos en Cuba que respalden la política de «cambio de régimen», al facilitarles servicios de red e instrumentos solo a colaboradores identificados para esos fines[3].
Si partimos del hecho de que las redes sociales unen a personas con intereses comunes de grupo, tenemos que percibir que, al mismo tiempo, están diseñadas con el solo fin de lograr un encuestamiento global, masivo, envolvente…, para obtener información de forma rápida y en algunos casos con evidencia suprema.
No es una idea loca, según Edgar Hoover, fundador del FBI y su director desde 1924 a 1972, “información es el poder”. Además, según Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional durante el gobierno del Presidente Jimmy Carter. “el Poder Global debe desempeñarse en la dominación cultural, y ejercerse mediante su hegemonía sobre las comunicaciones globales, las diversiones populares y la cultura de masas”. Ya la Señora Clinton en su mandato como Secretaria de Estado del primer mandato de Obama, también había hecho un discurso muy similar al que hemos dejado del señor Brzezinski, cuando dice en su toma de posesión del cargo: “Es necesario utilizar la fuerza de INTERNET contra los países que combaten los medios de comunicación estadounidenses, sobre todo empleando Facebook, YouTube, Flicker y Twitter[4] para hacer llegar allí las voces de EE.UU.”
Todo este desarrollo tecnológico fue enfilado contra Cuba. Por esas fechas, donde la Clinton era la timonel de la política exterior de los EEUU, Suzanne Hall, funcionaria de Departamento de Estado que trabajaba en el programa de redes sociales, participó en reuniones sobre ZunZuneo y digamos que influyó para conseguir que el fundador de Twitter, Jack Dorsey, se hiciera cargo del proyecto, cosa, como era de esperar, Dorsey declinó declarar al ser interpelado por los medios.
Por otro lado, es costumbre de estos individuos el empleo de la Subversión Política e Ideológica a través de las redes sociales, con la intención de confundir o darle un barniz de legalidad a sus movimientos. En esto aparece la creación de empresas fantasmas u organizaciones no gubernamentales; por ejemplo, para ZunZuneo, se creó una empresa en España, para las operaciones formaron otra en Islas Caimán, para como consecuencia del paraíso fiscal que conforman estas islas, accionar todos los pagos necesarios al respecto.
Desde el punto de vista operativo, el proyecto estaba dirigido a menores de 35 años, y existen documentos donde se muestra que el gobierno de EE.UU. tenía diseñada una base de suscriptores a través de contenido no controversial, todo bajo la sutil alfombra de mensajes y noticias sobre “fútbol, música y las actualizaciones de los huracanes”.
Esperaban lograr una red popular, sobre todo entre los jóvenes, para así, con la tecnología, llevarlos de apoco hacia la disidencia. Esperaban, de acuerdo a los documentos revelados, reunir una masa crítica suficiente; según AP, llegó a tener 45 mil usuarios, población para ellos suficiente, que llevarían a cabo los famosos “Smart mobs” o encuentros masivos convocados con antelación.
Quizás, hasta esperaban logara una guarimba en Cuba, como las que lograron en Venezuela en busca de una renegociación del equilibrio entre el estado y la sociedad. Nada cubano, todo muy bien planificadito, con mucho dinero, pero sin moral.
Por este mismo caminito, nos trajeron Café Fuerte, Piramideo, La Cubanada.com y vaya usted a saber, y se equivocaron con nuestra juventud, esa que hoy es el relevo, la continuidad de las ideas de Fidel, de Raúl.
[1] Sotolongo W. 2012. Las Redes sociales: beneficio o conflicto.
[2] Delgado Cabrales, O. 2010. El imperio de la información
[3] Barack O. 2012. Carta del Departamento de Estado al Congreso de los Estados Unidos La carta de los millones
[4] Hillary Rodham Clinton en su toma de posesión del cargo de Secretaria de Estado
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