Luego de acumular un océano de falsedades contra la Revolución Cubana, ahora desde allí juzgan a su manera ese cumpleaños.
Ordenaron tal misión a la periodista del Nuevo Herald Nora Gámez Torres, experta en falsificar la realidad de Cuba.
Este viernes le publicaron un artículo bajo el título: “Fidel Castro a los 90 años: testigo del desmantelamiento de su revolución”
.
Lo primero que me vino a la mente fueron las numerosas veces que han advertido el cercano fallecimiento o la muerte del proceso iniciado en enero de 1959.
Algunos tienen todo el derecho a pensar que el genial escritor colombiano, Gabriel García Márquez, extrajo de ahí el titulo de su conocida novela, “Crónica de una muerte anunciada”.
Fiel a su viejo hábito, Gámez trata de empañar el significado de este aniversario del líder cubano al escribir que tiene lugar en medio de celebraciones y de “rumores de un nuevo Período Especial”.
Ella restó credibilidad a su artículo porque no ha existido alguna fuente, ni medianamente seria, que haya hecho suya una eventualidad como esa.
Luego citó con toda tranquilidad un hecho que, por sí mismo, revela el odio acumulado por sectores ultraderechistas de Washington y Miami contra Fidel Castro.
Pocos hubieran imaginado, sigue diciendo Nora, que el ex presidente cubano sobreviviría a atentados, (más de 600), así como a una enfermedad grave.
En Cuba, dijo, el cumpleaños del Comandante, título preferido para referirse a Castro, ha cobrado dimensiones de jubileo.
Desde hace meses comenzaron las celebraciones que incluyen eventos por todo el país, exposiciones fotográficas, documentales, conciertos mensuales y hasta un video musical.
Se observan, añade, pegatinas con lo que parece ser el eslogan de la celebración: “Fidel, 90 y más”.
La imagen de Fidel Castro, prosigue, ha ido evolucionando a través de las décadas, desde sus primeras fotografías como joven abogado y dirigente universitario a principios de la década de los 50, hasta su reciente presencia en la clausura del Congreso del Partido Comunista de Cuba.
“Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar”, palabras que Nora adjudica al homenajeado.
Luego Gámez cedió la palabra a uno de sus antiguos compañeros, Max Lesnik, quien no mostró sorpresa por las actuales festividades.
Tampoco debido a reiterados esfuerzos de sus enemigos por tratar de contraponer el ideario y la acción de Fidel y Raúl Castro.
En ese contexto, Gámez Torres llega a insinuar que el acercamiento entre Washington y La Habana fue obra de Raúl.
¿Qué dijo ella? El líder cubano llega a los 90 años cuando Raúl Castro decidió restablecer nexos con los “enemigos del Norte”.
Luego de tal alucinación, señaló que Fidel escondió su incomodidad escribiendo en la prensa, “no necesitamos que el imperio nos regale nada”.
Va aún más lejos y considera que el referido acercamiento obliga al periodismo cubano a hacer malabares en sus elogios al compañero Fidel.
También, siempre de acuerdo a Nora, destacando su lucha contra el imperialismo y puntualizando que en sus discursos siempre respetó al pueblo estadounidense.
Sin embargo, el ya referido testimonio de alguien muy cercano desde su juventud en Cuba, a Fidel y Raúl Castro, propina un golpe demoledor a las invenciones de Nora Gámez Torres.
Se trata del ex dirigente de la antigua Juventud Ortodoxa, e ininterrumpido amigo de ambos hasta nuestros días, Max Lesnik.
“Quienes dicen que una cosa es Raúl y otra Fidel… no conocen la relación íntima entre ellos”.
“Raúl es el más destacado fidelista en la historia de la Revolución Cubana”.
Solo una publicación sin el más mínimo principio, como el Nuevo Herald, y una periodista carente de toda ética, como Nora Gámez Torres, pueden manifestar lo contrario
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