Relaciones Cuba-EE.UU.: ¿Ha perdido validez la resistencia a la guerra mediática?
Por:
Arnold August
Uno de los artículos que escribí recientemente y publicado el 14 de
septiembre de 2015, que recibió muchos comentarios positivos, fue sobre
la libertad de prensa en las relaciones Cuba-EE.UU.
Los correos electrónicos provenientes de EE.UU., Canadá, Europa y Cuba
reflejaron una frustración acumulada e incluso un enfado apenas velado,
de cómo algunos medios de prensa de EE.UU. tratan a Cuba. Los lectores
del artículo parecían dar un respiro de alivio porque algunos escritores
no se dejaron llevar por las ilusiones tras el anuncio de las nuevas
relaciones de Cuba-EE.UU., acerca de la guerra mediática tradicional dirigida contra Cuba desde la Revolución de 1959.
Iroel Sánchez,
otro escritor, respondió a The Washington Post por su desinformación y
su prejuicio contra Cuba. Mi artículo no fue dirigido a CNN USA, pero
impugnó a Jake Tapper, un presentador de alto nivel en CNN. Además, el
artículo trató inicialmente su informe desde La Habana acerca de la
reapertura el 14 de agosto de 2015 de la Embajada de EE.UU. y la ceremonia del izado de la bandera a cargo de John Kerry, secretario de Estado de los EE.UU.
A medida que seguimos los intercambios cronológicos entre Tapper y yo, y otros, ¿qué conclusión sacamos? Se
puede deducir que la resistencia a la guerra mediática y a la
desinformación es más necesaria que nunca bajo las condiciones
complicadas en las que se encuentra la Revolución Cubana.
Para ser justo y tener el punto de vista de Tapper, le envié un
mensaje tweet el 10 de septiembre preguntando: “¿Qué piensa de mi
artículo sobre usted y CNN, titulado ‘Relaciones Cuba-EE.UU.
y libertad de prensa’, [con un enlace al artículo en inglés]?”. En su
respuesta, Tapper ni siquiera se dignó usar el límite de 140 caracteres
permitido en Twitter: “No mucho”. Yo persistí: “Bien, ¿qué le parece
abordar los aspectos de mis puntos de vista?”. Él respondió: “No sabría
donde empezar”. Mi replica le brindó una salida a la situación: “Bueno,
como periodista experimentado, usted podría dignarse a responder a
algunos puntos, por lo menos”. La respuesta de Tapper fue: “Vuelva a
preguntarme en dos semanas y trataré de pensar en una crítica más
constructiva dado que ahora estoy muy ocupado con los preparativos del
debate [el debate de los candidatos republicanos a presidente de los
EE.UU., en septiembre, que el ofició como anfitrión para CNN]”. “OK, de
acuerdo”, le respondí. Además, le envié mi dirección electrónica en caso
que le fuera más conveniente que usar Twitter.
Para profundizar el debate, el 22 de septiembre le escribí acerca de
la cita parcial de una entrevista que me hizo Reuters sobre la visita
del papa Francisco a Cuba. A continuación se encuentra el reportaje de
Reuters:
“Los disidentes en Cuba pueden ser vistos por algunos en el
extranjero como valientes defensores de la libertad, porque gran parte
de los medios de comunicación masivos los describen así. Es parte de lo
que llamo una continua desinformación sobre Cuba”, dijo Arnold August,
un escritor radicado en Montreal, que cree que Cuba es más democrática
de lo que piensan la mayoría de los analistas”.
Le envié a Tapper un mensaje tweet: “Mi comentario en Reuters: #Cuba
#Disidentes #Desinformación #DemocraciaCubana #PapaFrancisco.
Su respuesta a mi mensaje tweet confirma la cita de Reuters: “Es un
misterio para mí por qué se siente orgulloso de su oposición a los
activistas por los derechos humanos y la democracia”. De todas formas,
saboreando un serio debate, le respondí: “Hablemos primeramente de mi
artículo y de su respuesta. Usted prometió hacerlo después del debate.
Luego, me ocuparé de su comentario”.
Viendo que él estaba también informando sobre la visita del papa
Francisco a los EE.UU., no insistí en las dos semanas en espera de una
respuesta, dándole un poco más de plazo para responder. Sin embargo,
noté que en su reportaje del 26 de septiembre desde Filadelfia, Tapper
interpretó arbitrariamente los comentarios del Papa de ese día sobre la
“tiranía” como si se aplicara a Cuba. Esto es lo que él dijo en una
conversación con John Allen, analista principal de asuntos del Vaticano
para CNN:
“John Allen, hablemos por un momento sobre la libertad de culto, el
aspecto de la libertad religiosa, hubo una parte donde él habló sobre
varias formas de tiranía moderna tratando de reprimir la libertad de
culto. Él se encontraba en Cuba donde existe, prácticamente, una tiranía
moderna…¿Usted cree que el Papa se refirió a un tipo específico de
tiranía o habló en términos generales?”.
John Allen: “Bueno, pienso que es todo eso y mucho
más. Dado que lo que usted acaba de mencionar eran las tensiones entre
el estado y la iglesia en relación al gobierno. Tiene razón, en Cuba
asume una forma diferente que en EE.UU., pero existen tensiones en ambos
países.
Pareciera que incluso John Allen no estaba interesado en referirse a
Cuba. De hecho, él ni siquiera mencionó Cuba. Cuando fue presionado por
Tapper, el experto en asuntos del Vaticano explicó que era “tiranía”
metafóricamente hablando, que no se debería aplicarse literalmente.
Quizás haya sido una forma amable de demostrar su desacuerdo con Tapper,
dado que los vocablos “metafórico” y “literal” son opuestos.
De todas formas, yo le envíe un mensaje tweet a Tapper diciendo:
“¿Por qué dijo usted hoy que el Papa podría estar refiriéndose a #Cuba
cuando él mencionó “tiranía”? #CubaUS #PopeInPhilly?”. Tapper no
respondió.
El 2 de octubre, le escribí a Tapper: “El debate ya ocurrió así como
también la visita del Papa. ¿Qué le parece si me comunica su crítica
constructiva?” (En referencia al artículo del 14 de septiembre).
Él nunca me respondió. Deseo dejar claro que Tapper no era un
representante de CNN USA en el periodo posterior al 17 de diciembre de
2014, es decir, desde que el presidente Raúl Castro y el presidente
Barack Obama anunciaron públicamente la reapertura de las respectivas
embajadas.
Por ejemplo, cuando Chris Cuomo, otro presentador de CNN, cubrió
desde Cuba la visita del papa Francisco a la isla, nunca hizo
comentarios negativos sobre Cuba ni de su sistema político o sus
líderes. De hecho, CNN es parte de una nueva tendencia de algunos medios
de prensa de cambiar la imagen de Cuba para el resto del mundo para que
no siga siendo considerada un infierno, más sí como un amigo
comprensivo y un lugar muy de moda para visitar.
Así que, ¿cuál es el problema con Tapper? ¿Por qué se destaca de los
otros presentadores de CNN? ¿Existe un eslabón perdido? Sí, lo hay – y
fue descubierto solo después del artículo del 14 de septiembre. Cuando
envié el tweet con mi artículo, éste recibió una respuesta inmediata y
favorable de otras cuentas Twitter, como es el caso de organizaciones
como Cuban Americans for Engagement (CAFE) y sobre todo de muchos
cubanos residentes en la isla y de otros cubanos residentes en los
EE.UU. Ese intercambio en las redes sociales data del 15 al 17 de agosto
de 2015, justo uno o dos días después de la ceremonia de izado de la
bandera de EE.UU. en La Habana. Este debate en Twitter es anterior al
mío, por lo tanto les agradezco por brindarme el eslabón perdido.
He aquí la transcripción de algunos de los mensajes tweet. Primera andanada:“@jaketapper
fue a #Cuba no como periodista pero sí como propagandista de grupos de
#USembargo. Él debería decirlo abiertamente”. Segundo mensaje tweet:
“Sin duda alguna, especialmente después de leer @BurgosGOP que
inmediatamente le aplaudió”
.
¿Quién es @BurgosGOP? Se llama Alex Burgos, director de
comunicaciones para el Senador Marco Rubio, además de ser uno de los
candidatos republicanos para presidente de los EE.UU.
Otro mensaje tweet de críticos a los reportajes de Tapper: “Quizás
@jaketapper debe entrevistar a @marcorubio, por eso es que él no
pregunta sobre la violación a los derechos humanos del embargo”. Alex
Burgos, respondió: “Comprendo que usted está enojado. @cnn @jaketapper
puso en tela de juicio su estupidez y eso le molesta mucho, la prensa
cubana no lo pudo censurar”.
El enlace y los motivos posibles de la carrera profesional de Tapper
emergieron el 6 de octubre de 2015. CNN publicó un artículo quejándose
en su titular:
“Marco Rubio: En
todas partes…excepto en CNN.” [Prosigue lamentándose]: “Por más de dos
meses, CNN ha solicitado diariamente entrevistas a Marco Rubio, y los
coordinadores de su campaña presidencial se negaron a otorgarlas. En ese
mismo periodo, los demás candidatos del Partido Republicano concedieron
varias entrevistas a CNN. Solamente Rubio ha estado ausente. Mientras
tanto, el senador de la Florida ha hecho acto de presencia en otras
redes de noticias.
El mismo artículo indicó que en ocasión de la entrevista (en CNN) el 7
de Agosto de 2015 a Marco Rubio por Chris Cuomo, presentador de CNN, la
entrevista se “tornó tensa”. Entre otras cosas, esto demuestra
nuevamente que CNN International no tiene una posición uniforme sobre
Cuba.
Al parecer, una sección de esta red de noticias por cable se opone al
deshielo de las relaciones Cuba-EE.UU. y a levantar el bloqueo. Sin
embargo, otros sectores tienen una actitud más abierta muy en línea con
la administración del presidente Obama, aun cuando se mantenga el
objetivo estratégico de derrocar la Revolución Cubana.
Además, se debe recordar que Tapper no es un presentador común y
corriente de televisión. A través de los años, él ha acumulado
muchísimos contactos con muchas fuentes informativas y ha desarrollado
la imagen de un individuo influyente en las decisiones políticas. Un
artículo en Politico afirma que Tapper ocupa el espacio semanal de las 4
de la tarde en CNN dado que “Es cuando los responsables de tomar
decisiones en Washington están en sus oficinas con sus televisores
encendidos, asimilando las noticias del día”.
A diferencia de la creencia que se terminó la guerra mediática contra
Cuba, la resistencia a esta desinformación e información errónea hace
más importante aún aislar a aquellos a favor de mantener el bloqueo
contra Cuba. Por lo tanto, la guerra mediática está muy lejos de acabar.
Después de todo, el levantamiento del bloqueo es, en la actualidad, la
preocupación principal del pueblo y del gobierno cubano a nivel
internacional.
(Traducción de Franklin Curbelo del original en inglés)
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