La votación del día 27 de octubre del 2015, justifica el titulo de este artículo. El triunfo de Cuba en Naciones Unidas, con la Resolución sobre el bloqueo, sirvió para cualificar aun más la inmensa derrota sufrida por Estados Unidos. Ellos se la buscaron. Su extraordinaria prepotencia, los hace totalmente predecibles.
Barack Obama,
que había producido el paso más importante que se ha dado en la
política hacia Cuba durante los últimos más de 50 años, esta erosionando
el legado que ello representaría para su presidencia. Se está agotando,
como se le agoto el Premio Nobel. Que se lo otorgaron solo por
discursos, los cuales después no los justifico con nada.
Las
opciones para tratar de explicar, cómo es que Obama, después de
proclamarse como enemigo del bloqueo, vuelve a votar en su favor, no son
muchas.
Solo un somero recorrido desde el 17 de diciembre nos permitiría entender cuál es realmente el “juego de Obama”.
Como
hemos dicho en otras ocasiones, ya Obama desde su último discurso de
campaña en el 2008, había expresado que conversaría con Cuba, pero que
no levantaría el bloqueo. Hasta ahora, ha sido consecuente.
Efectivamente,
el 20 de enero, en el Discurso de la Unión, conmino al Congreso a
discutir para levantar el bloqueo. Mientras, que al mismo tiempo, estaba
adoptando medidas muy limitadas, como las del 16 de enero del 2015, que
apenas arañaban al bloqueo. Acto seguido aprobaba las multas más
catastróficas contra la banca internacional, las cuales no tienen
precedentes en la historia de la política de bloqueo. Lo cual, en
realidad, no es nada contradictorio con lo que ha expresado respecto a
su política hacia Cuba, cuando dijo: “… no es posible hacer las cosas de
la misma forma y esperar resultados diferentes “, o cuando ha expresado
claramente, que sus cambios son tácticos y no estratégicos.
Ahora,
continuúa con las medidas punitivas contra la banca, después de
establecidas las embajadas en ambos países, lo cual supone que ya
existen relaciones diplomáticas normales. Cosa esta, que al parecer,
para Obama era muy importante. Pero con lo cual aun no ha hecho nada
útil.
Ahora,
el 18 de septiembre, se aparece con otro grupo de medidas, totalmente
unilaterales, que tampoco erosionan el bloqueo, con las cuales tampoco
acaba de utilizar a fondo sus prerrogativas ejecutivas, las que debieran
estar dirigidas a producir un alivio de la situación de Cuba frente al
bloqueo, mientras esperamos que el congreso lo levante.
De modo que la posterior visita de la Sra. Secretaria de Comercio, en nuestra opinión, estuvo dirigida a “tantear, para ver si ya Cuba tenía la carne blanda”,
resulto un verdadero fracaso. Se fue con las manos vacías, pero en
realidad fue, porque tampoco trajo nada. Ni siquiera cambio las reglas
del comercio que hasta ahora realizamos.
¿Que
pretende Obama con ese accionar? ¿Por qué ese comportamiento tan
contradictorio, que no hace sino erosionar el legado que le significa
haber adoptado la medida más importante en la política hacia Cuba, que
haya tomado presidente norteamericano alguno en los más de 50 asños de
confrontación entre Cuba y Estados Unidos?
¿Por qué Obama continúa dejando el bloqueo intacto si ha expresado que su interés es que se levante?
Para
mí, al menos, está claro. Obama está jugándole al corto y mediano
plazo. Quiere, como bien lo ha dicho, empoderar a ese sector de la
sociedad civil cubana, que considera, debe acompañarlo en el cambio de
política que quiere para Cuba. Obama continúa jugando a la subversión y
al “cambio de régimen” en Cuba. Aunque haya declarado lo contrario. Y
allá el tonto que le crea otra cosa.
A
muchos cubanos, demasiados ya, esto nos huele a Resolución Conjunta,
Enmienda Platt, Tratados de Reciprocidad y a “yo solo puedo tocar”.
Hay
unos cuantos tontos, que continúan diciendo lo mismo que dijo el
Embajador representante de Estados Unidos en Naciones Unidas
recientemente. Prácticamente asegurándonos, de que si Obama ha sido tan
bueno con Cuba, tan colaborativo y decente. Cuba se aparece con la misma
resolución en Naciones Unidas y espera equivocadamente que otras cosas
ocurran. Acusándola además, de haberse equivocado al adoptar semejante
actitud. Velada amenaza que no le quita el sueño a casi nadie en Cuba.
Porque el Señor Godarg hay que decir que nos amenazo.
A
lo cual la Embajadora de Nicaragua le respondió que “…Cuba no se ha
equivocado al presentar su Resolución, el mundo entero la acompaña”. Y
estas últimas son palabras mayores.
En
realidad, es lamentable que Obama este lanzando su potencial legado
como presidente, el único que tiene en política en política exterior, al
cesto de la basura.
La
derrota de Obama en Naciones Unidas no tiene precedentes. Es tan fuerte
esa derrota, que tiene ya y continuará teniendo consecuencias
desastrosas para la política exterior de Estados Unidos, sobre todo en
el hemisferio. Si Obama hace eso con Cuba, ¿Qué pueden esperar los
demás? Que aguardan por un mejor trato político por parte de Estados
Unidos.
Es
evidente, que aunque Obama conmino al Congreso norteamericano a
levantar el bloqueo, no cuenta con la valentía suficiente para
enfrentársele. Porque es evidente, que ha preferido asumir el descrédito
internacional, histórico ya, antes que enfrentarse al órgano
legislativo norteamericano.
Lo
cual, sin dudas, afecta seriamente la confianza de Estados Unidos a
nivel internacional. Obama no debe olvidar cómo se vio incrementada su
popularidad cuando dio el paso del 17 de diciembre con Cuba, por lo cual
debiera ser un poco más consecuente.
¿Dónde
nos quedan entonces las esperanzas de que en verdad Obama se enfrente
al congreso para levantar el bloqueo a Cuba? Hasta hora podíamos tener
alguna confianza de que Obama se enfrentaría al Congreso, o al menos
utilizaría sus prerrogativas ejecutivas para aliviarnos de sus
presiones, pero con los más recientes pasos dados, con las medidas del
18 de septiembre y su actitud ante la resolución de Cuba en Naciones
Unidas, las esperanzas casi “ se han ido a pique “.
El
representante de Estados Unidos ante Naciones Unidas, dijo que se
podían esperar hacia finales de año, medidas que beneficiarían a ambos
países. Veamos qué es lo que quiso decir el Señor con eso. Pues la
confianza se está agotando. Bueno, esperemos se cumpla el aquello que
dice de que “a la tercera va la vencida”
.
Pues
lo cierto es que se nos está agotando la reserva de confianza en Obama.
¿O como interpretar que ya el Ministro cubano le dijo que el
bloqueo…”está en plena y completa aplicación”? Y si Raul Castro,
a su vez ya le había dicho, que no habrá normalización de relaciones
con bloqueo. ¿Hasta cuándo piensa Obama que Cuba va a esperar para
continuar confiando en la seriedad de la negociación con Estados Unidos?
Obama debe saber, que no estamos para perder el tiempo. Y esto no es
una amenaza, sino una advertencia.
Como
ya dijimos en otro artículo, no es que creamos que todo puede ocurrir
de la noche a la mañana, pero sí debe ser lo suficientemente rápido,
estable y concreto, como para que Cuba logre imaginar que de verdad está
ocurriendo. Sobre todo si sabemos que Obama cuenta con los instrumentos
suficientes para que las cosas cambien.
Además,
existen otras fuerzas, que parece Obama no está tomando muy en
consideración, siendo aquellas que continúan presionando y realizando
acciones para que se levante el bloqueo, se abra el turismo
norteamericano y puedan venir los capitales norteamericanos y
cubanoamericanos.
Obama
seguro sabe que no es Cuba la que tiene sobre sí esas presiones. Pues
la Isla continúa buscando alternativas para la superación de sus
dificultades económicas y no está esperando por Estados Unidos. Porque
de Estados Unidos Cuba nunca ha podido esperar nada. Se continuan
firmando convenios con Rusia, negociando con los Emiratos, negociando
con China y ampliando las relaciones con Europa, entre otras.