En febrero de 1996, la Administración Clinton firmó la Ley
Helms-Burton, que más que una legislación ha sido el más duro apretón al
bloqueo contra Cuba.
Casi 20 años después, Hillary, la esposa del entonces presidente, se pronunció públicamente a favor del levantamiento de ese cerco.
¿Qué ha pasado en esas dos décadas para que se modifique esa percepción de las relaciones con nuestro país? ¿Hacia dónde apunta ahora la política de Estados Unidos en relación con Cuba?.
Casi 20 años después, Hillary, la esposa del entonces presidente, se pronunció públicamente a favor del levantamiento de ese cerco.
¿Qué ha pasado en esas dos décadas para que se modifique esa percepción de las relaciones con nuestro país? ¿Hacia dónde apunta ahora la política de Estados Unidos en relación con Cuba?.
Lo cierto es que la Helms-Burton apostó de manera equivocada por la rendición cubana al desaparecer el socialismo europeo.
A un alto costo, nuestro país asimiló el golpe de lo que Fidel llamó
el doble bloqueo y, lo mejor de todo, encontró su propio camino con una
visión autóctona del desarrollo.
Fracasada táctica
Además de la resistencia de los cubanos, en los últimos 20 años, tras
la aprobación de la Helms-Burton, arreció la condena internacional al
bloqueo.
Poco a poco, Estados Unidos quedó aislado en Naciones Unidas, donde
la condena a la hostilidad contra Cuba lo persiguió como un molesto
fantasma
.
Casi dos décadas costó a Washington comprender que esa táctica
fracasó porque 11 administraciones no han podido subvertir el orden en
Cuba y, lejos de ese objetivo, el asunto se convirtió en un boomerang
que golpea constantemente a la política exterior norteamericana.
Es por eso que ahora tratan de cambiar los métodos, pero sin variar
los objetivos, que siguen siendo los mismos, y eso explica, de manera
clara, porque Hillary piensa hoy distinto que su marido Bill
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