Tomado de Miradas Encontradas.
Por Luis Miguel Rosales
Convertir a Jorge Luis García “Antúnez”
de bandido común de las calles cubanas a “activista por la democracia”
en Cuba ha significado para los congresistas cubanoamericanos el acopio
de una cuantiosa suma de paciencia, miles de dólares, no pocos momentos
amargos y ningún resultado. Es bruto el tipo.
Para el senador Marco Rubio y los
congresistas Ileana Ros-Lehtinen y Carlos Curbelo, quienes se jactan de
ser sus amigos y tutores personales, Antúnez es la marioneta
ideal para manipular en Cuba en su afán por crear situaciones
extraordinarias de violencia que obstaculice el actual proceso de
diálogo entre la Isla y los Estados Unidos.
Por estos días se celebrará en la isla de Puerto Rico un evento anticubano en el que estaban invitados los mercenarios: Antúnez,
Antonio Rodiles y Berta Soler. Sin embargo y de manera tajante los tres
personajillos regresaron a Cuba. ¿Por qué el cambio de planes? ¿Por qué
decidieron no participar en el evento?¿Quien les ordenó regresar a Cuba
y para qué?. La respuesta la tienen los congresistas anticubanos Marco
Rubio, Ileana Ros, Carlos Curbelo y el archiconocido terrorista Luis
Posada Carriles. Ahora les explico en detalles esta novela de horror y
misterio que tantos oscuros y bufonescos protagonistas tiene.
“Al pan pan y al vino vino”, hay que hablar clara y directamente. Antúnez,
Soler y Rodiles regresaron a Cuba para intentar generar el caos, atraer
a la prensa que por estos días cubre cuantiosos eventos en la Isla y
cumplir con un objetivo: poner la nota discordante en la visita del Secretario de Estado, John Kerry, a Cuba para la apertura de la Embajada de Estados Unidos de América.
De manera desesperada los 3 congresistas y Posada Carriles orientaron a Antúnez,
qué tenía que hacer, y para ello entregaron una alta suma de dinero en
efectivo, y otra parte a cobrar en la isla por la vía de Western Union.
Toda una trama mafiosa, al estilo Vito Corleone.
No se sabe a ciencia cierta con qué acciones provocarán mañana, pero en Miami se comenta que Rodiles, Soler y Antúnez
están contra la pared, muy presionados y se aprestan a ir con todo a
este 9no inning. O generan acciones de violencia contra la policía y las
autoridades cubanas para empañar la apertura de la Embajada de EE.UU. y
la visita de Kerry, o no cobran más.
Este ha sido el ultimátum, pues
demasiados fallos, justificaciones e ineficiencias rodean a estos
supuestos activistas que no paran de cobrar cuantiosas sumas de dinero y
siguen estafando a los congresistas, a las organizaciones anticubanas
de Miami y por supuesto al contribuyente americano.
Durante su reciente vista a Miami, Antúnez
tuvo tiempo para todo, reuniones de trabajo, acaloradas discusiones con
sus jefes, visitas de cortesía a la casa de Posada Carriles y sobre
todo tiempo para alguna que otra escapadita con una de esas cubanas
lindas que viven en la Florida. En casa de Santiago Álvarez una fiesta
en su honor, al pretendido Guapo de Placetas. Algo hay que reconocer de Antúnez
y es que en Cuba no lo conoce ni el bodeguero, pero en Miami es casi un
personaje, de circo, pero es un personaje. Y se lo cree.
Mañana día 14 de Agosto de 2015 será una
fecha histórica cuando la bandera de Estados Unidos sea izada en la
nueva Embajada. Marco Rubio, Ileana Ros, Carlos Curbelo y los elementos
terroristas que aún quedan por ahí, están muy, muy preocupados. Pero se
jactan de que el Gobierno norteamericano no los puede controlar y esto
los hace aún más peligrosos, pues como se dice, pueden perder el sano
juicio y los límites, en su afán por retrotraer las negociaciones
.
Su punto débil, y coincido con el
análisis del periodista de El Nuevo Herald, Alejandro Armengol, es que
todavía confían y sueñan en transformar bandidos de barrios en
“Activistas por la democracia” en Cuba.
De hecho, ya circula en los
medios de Miami que el Secretario Kerry va a recibir a los
contrarrevolucionarios. Las noticias mediáticas están acompañadas de
rumores que indican que la invitación obedece al resultado de las
presiones de Marco Rubio, llámese chantaje, para que los tengan en
cuenta.
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