domingo, 28 de junio de 2015

Según encuestas, las mujeres pudieran llegar a controlar la Casa Blanca



Casa Blanca

A casi año y medio de los comicios presidenciales en Estados Unidos, la mujeres tienen grandes posibilidades de llegar a controlar la Casa Blanca, según vaticinios preliminares.

Estados Unidos cerró 2014 con una población de 319 millones 47 mil personas, y las féminas son mayoritarias con 160 millones 567 mil 653 integrantes, lo que supone el 50,79 por ciento del total, frente a los 155 millones 561 mil 186 hombres que son el 49,21 por ciento.

Estas estadísticas no significan que todas las mujeres votarían por un candidato de su mismo sexo, aunque sí ilustran el potencial numérico que poseen.

Esta situación aviva el debate e incluso algunos grupos de mujeres hablan eufóricamente de un control total de la Casa Blanca con una fórmula que lleve a Hillary Clinton como candidata a la presidencia por los demócratas y a la senadora Elizabeth Warren como vicepresidenta.
        
En época no tan lejana como 1913, mujeres estadounidenses marchaban por las calles del país exigiendo su derecho a votar, y ahora se convirtieron en un segmento importante para decidir el resultado de los comicios presidenciales del país en 2016.       

La Convención sobre los derechos políticos de la mujer (Convention on the Political Rights of Women) fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución 640 (VII), de 20 de diciembre de 1952 y entró en vigencia el 7 de julio de 1954.

Ese texto de aceptación de la inmensa mayoría del mundo establece que “Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna”.

A casi 100 años de que obtuvieron el derecho al sufragio (1920), las estadounidenses pueden llevar a una de ellas a la Oficina Oval de la Casa Blanca, según indican las tendencias de voto de las encuestas.Hillary Rodham Clinton, aspirante a la nominación demócrata, y Carly Fiorina, por los republicanos, pudieran romper la cadena que impidió a las mujeres conducir los destinos de Estados Unidos.

Según un reciente articulo del diario The New York Times la presencia de representantes del sexo femenino en la apuestas por el gobierno resalta que las actitudes han cambiado gradualmente en los últimos 80 años
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En 1970 dos tercios de los participantes en una encuesta opinaron que no habría una mujer presidente por mucho tiempo, aunque no descartaban que algún día eso pudiera ocurrir.

Durante años diferentes estudios medían si las mujeres deberían ser iguales en el lugar de trabajo.
Una encuesta de 1972, encontró que el 29 por ciento de la población pensaba que el lugar de la mujer estaba en la casa. Sólo el 47 por ciento de la población opinaba que deberían tener un papel igual al hombre en el trabajo; otro 24 por ciento se puso de lleno en el medio o no sabía qué pensar sobre la cuestión.

Para 1980, el 20 por ciento de los estadounidenses consideraba que las mujeres debían quedarse en casa, y una década más tarde casi el 15 por ciento lo sentía así.

Ya en 2008, una encuesta encontró que apenas el siete por ciento de los estadounidenses todavía estimaba que el lugar de la mujer estaba en la casa, el 10 por ciento no se inclinaba por ninguna opción, pero el 83 por ciento apoyó la igualdad y el trabajo.

Durante años fue creciendo el apoyo a la pregunta “¿Usted votaría por una mujer como presidente?. La progresión fue gradual y ya ahora no hay reparos en llevar a las féminas a la butaca presidencial.
Así, un sondeo de Gallup en 1937, entre mil 500 adultos, encontró que el 64 por ciento de los consultados dijo que no votaría por una mujer para presidente aunque estuviera calificada para el cargo
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En 1945, una pesquisa Gallup descubrió que si un partido llevaba a una candidata más de la mitad de los votantes (55 por ciento) dijo que no la apoyaría. A lo largo de las décadas de 1950 y 1960, el apoyo creció lentamente, acercándose un poco más allá del 50 por ciento hacia el final de los 60.
A partir de la década de 1970 más se unieron a llevar las “faldas” a la Oficina Oval y en 1978 las dos terceras partes favoreció que si esa era la decisión del partido la apoyaría.

En esta década, casi todos los estadounidenses (95 por ciento, según el Centro Roper) dice que votaría por una mujer si ella fuera calificada y fuera el candidato del partido.

El reto para las mujeres esta planteado, ahora resta ver si las actuales pretendientes, Clinton o Fiorina, logran convertirse en la próxima comandante en jefe de Estados Unidos.

Sin embargo, en la puja por la presidencia a la exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, otra mujer se le adelantó más de un siglo
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Victoria Woodhull fue nominada como candidata a la Casa Blanca por el Partido por la Igualdad de Derechos, que presentó su reto en mayo de 1872, casi medio siglo antes de que las mujeres obtuvieran el derecho a votar en Estados Unidos.

Sin importar a quién postulen los republicanos a la presidencia, es muy probable que Hillary Clinton gane el voto de las mujeres. Lo que ella necesita es a los hombres. Así que en vez de centrar su campaña en las mujeres, que representan, al menos, la mitad del electorado estadounidense, tal vez deba encontrar una forma de cortejar al otro sexo, estiman comentaristas políticos.

Por lo pronto, Clinton, la puntera en la puja por la nominación demócrata, está sometida al fuego cruzado de los republicanos que empujan para afectarla por el uso de una cuenta de correo electŕonico privada durante su desempeño como secretaria de Estado y por los sucesos en el consulado estadounidense en Bengasi, Libia.

Pese a que es considerada un candidato formidable, e incluso son pocos los que pueden competir con ella en la recaudación de fondos, aun queda mucho camino por recorrer para que los partidarios de una mujer presidente echen campanas al vuelo.



(Con información de Prensa Latina)

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