Por: José Miguel.
Por estos días los delegados del Poder Popular, que atienden las distintas circunscripciones de las ciudades, efectúan su asamblea de rendición de cuentas ante los ciudadanos que los eligieron.Es el momento en que rinden una información de tipo general y particular acerca de su gestión de gobierno y reciben las opiniones y planteamientos de los que acuden a estas reuniones.
Posiblemente todo lo anterior, resulte extraño para las personas que en otros países no tienen ni la más remota idea de en qué consiste esto, pero dicho en otras palabras, no es más que nuestra forma de democracia, que quizá no sea todo lo perfecta que quisiéramos, pero que al menos, permite a la sociedad en su conjunto estar al tanto de la gestión gubernamental en sus poblados y ciudades.
En otros países se eligen a los gobernantes ante las distintas instancias, pero una vez elegido, éste no está obligado a rendir cuenta de su gestión de gobierno, quedando a la buena de dios si lo que hace es bueno o malo.
En estas rendiciones de cuentas ante el delegado del Poder Popular, los ciudadanos conocen acerca de los servicios de transporte, salud, educación, y otros tópicos, que de forma directa se relacionan con ellos cotidianamente, es el momento de hacer las debidas peticiones que en el orden colectivo permite al delegado, trasladar las peticiones de sus electores ante las autoridades a fin de satisfacer sus necesidades.
Claro que no siempre éstas se solucionan fácilmente, ello está en dependencia de los aseguramientos que se dispongan y de otros factores, pero siempre en todos los casos, las personas que emiten estas solicitudes o planteamientos reciben una respuesta acerca de ese asunto en cuestión.
Por supuesto que si el delegado de cada circunscripción no cumple con sus obligaciones, los mismos que lo eligieron pueden suspenderlo y elegir en su lugar a otro.
Reitero es nuestra forma de gobierno, el llamado Poder Popular, que no es otro que el poder del pueblo, susceptible claro está de perfeccionarse cada día.
Mediante este mecanismo, los gobiernos tanto territoriales como centrales, tienen acceso a las verdaderas necesidades de la población, y actuar en consecuencia.
Por estos días los delegados del Poder Popular, que atienden las distintas circunscripciones de las ciudades, efectúan su asamblea de rendición de cuentas ante los ciudadanos que los eligieron.Es el momento en que rinden una información de tipo general y particular acerca de su gestión de gobierno y reciben las opiniones y planteamientos de los que acuden a estas reuniones.
Posiblemente todo lo anterior, resulte extraño para las personas que en otros países no tienen ni la más remota idea de en qué consiste esto, pero dicho en otras palabras, no es más que nuestra forma de democracia, que quizá no sea todo lo perfecta que quisiéramos, pero que al menos, permite a la sociedad en su conjunto estar al tanto de la gestión gubernamental en sus poblados y ciudades.
En otros países se eligen a los gobernantes ante las distintas instancias, pero una vez elegido, éste no está obligado a rendir cuenta de su gestión de gobierno, quedando a la buena de dios si lo que hace es bueno o malo.
En estas rendiciones de cuentas ante el delegado del Poder Popular, los ciudadanos conocen acerca de los servicios de transporte, salud, educación, y otros tópicos, que de forma directa se relacionan con ellos cotidianamente, es el momento de hacer las debidas peticiones que en el orden colectivo permite al delegado, trasladar las peticiones de sus electores ante las autoridades a fin de satisfacer sus necesidades.
Claro que no siempre éstas se solucionan fácilmente, ello está en dependencia de los aseguramientos que se dispongan y de otros factores, pero siempre en todos los casos, las personas que emiten estas solicitudes o planteamientos reciben una respuesta acerca de ese asunto en cuestión.
Por supuesto que si el delegado de cada circunscripción no cumple con sus obligaciones, los mismos que lo eligieron pueden suspenderlo y elegir en su lugar a otro.
Reitero es nuestra forma de gobierno, el llamado Poder Popular, que no es otro que el poder del pueblo, susceptible claro está de perfeccionarse cada día.
Mediante este mecanismo, los gobiernos tanto territoriales como centrales, tienen acceso a las verdaderas necesidades de la población, y actuar en consecuencia.
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