Po:Bárbara Vasallo Vasallo
Fidel Castro es y será un soldado. Fidel Castro escribió a los cubanos. Ya leí varias veces su mensaje. Dejo que hablen ciertos recuerdos:
El cuatro de noviembre de 2001, a las 8.10 de la noche, mientras los vientos máximos de 210 kilómetros por hora del temido huracán Michelle azotaban a Matanzas (a unos 100 kilómetros al este de La Habana) llegó Fidel.
Bajo aquellas adversas condiciones climatológicas se trasladó hacia Varadero para intercambiar con cientos de visitantes foráneos, quienes no podían creer que el Jefe de un Estado arriesgara la vida sólo para comprobar la seguridad y bienestar de un montón de asustados turistas.
Ese día, mientras crujían los cristales del hotel Meliá Las Américas, Fidel hablaba con la prensa sobre los proyectos de transformación en la enseñanza secundaria, sólo un adelanto de lo que acontecería. Actualmente Cuba toda constituye una universidad.
Antes, el seis de diciembre de 1999, cuando el niño Elián González permanecía secuestrado por la extrema derecha de Miami, a las 2.10 de la tarde, Fidel apareció sin avisar en la escuela Marcelo Salado, de Cárdenas, (140 kilómetros al este de La Habana) y con la energía y visión característica aseguró que el mundo entero conocería de la verdad y que el pequeño regresaría más temprano que tarde.
Con la mirada en el tiempo repaso: Hace casi 55 años, fue de los primeros en llegar a la posta número tres del cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953.
El 18 de diciembre de 1956, en Cinco Palmas, luego del revés de Alegría de Pío, durante el reencuentro con Raúl Castro y el puñado de hombres que le acompañaban, aseveró que ya tenían ganada la batalla y Cuba sería libre definitivamente.
Desde el SAU-100, en Punta Perdiz, el 19 de abril de 1961, al atardecer, y antes de las 72 horas de la invasión de la brigada 2506 por Playa Girón, hundió el buque norteamericano Houston y fue la primera gran derrota del imperialismo en América Latina.
Hasta el corazón de Viet Nam se adentró en los 70 del siglo XX, sin interesar que ese país aún estaba en guerra y su vida podía ser blanco fácil de quienes se empeñaban en ignorar la victoria de la nación asiática.
Este martes de febrero, en pleno siglo XXI los despachos cablegráficos y televisoras multiplicaron en segundos el Mensaje de Fidel a sus coterráneos. Texto claro, coloquial, digno, humilde.
En plena primavera del año 1957, en la Sierra Maestra, el universal Che Guevara propuso que fuera Fidel el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana.
Fidel permanece con su vasta experiencia, en la marcha apretada de todos los días. En primera fila, como siempre. Esta es una lección de buen soldado.
Fidel Castro es y será un soldado. Fidel Castro escribió a los cubanos. Ya leí varias veces su mensaje. Dejo que hablen ciertos recuerdos:
El cuatro de noviembre de 2001, a las 8.10 de la noche, mientras los vientos máximos de 210 kilómetros por hora del temido huracán Michelle azotaban a Matanzas (a unos 100 kilómetros al este de La Habana) llegó Fidel.
Bajo aquellas adversas condiciones climatológicas se trasladó hacia Varadero para intercambiar con cientos de visitantes foráneos, quienes no podían creer que el Jefe de un Estado arriesgara la vida sólo para comprobar la seguridad y bienestar de un montón de asustados turistas.
Ese día, mientras crujían los cristales del hotel Meliá Las Américas, Fidel hablaba con la prensa sobre los proyectos de transformación en la enseñanza secundaria, sólo un adelanto de lo que acontecería. Actualmente Cuba toda constituye una universidad.
Antes, el seis de diciembre de 1999, cuando el niño Elián González permanecía secuestrado por la extrema derecha de Miami, a las 2.10 de la tarde, Fidel apareció sin avisar en la escuela Marcelo Salado, de Cárdenas, (140 kilómetros al este de La Habana) y con la energía y visión característica aseguró que el mundo entero conocería de la verdad y que el pequeño regresaría más temprano que tarde.
Con la mirada en el tiempo repaso: Hace casi 55 años, fue de los primeros en llegar a la posta número tres del cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953.
El 18 de diciembre de 1956, en Cinco Palmas, luego del revés de Alegría de Pío, durante el reencuentro con Raúl Castro y el puñado de hombres que le acompañaban, aseveró que ya tenían ganada la batalla y Cuba sería libre definitivamente.
Desde el SAU-100, en Punta Perdiz, el 19 de abril de 1961, al atardecer, y antes de las 72 horas de la invasión de la brigada 2506 por Playa Girón, hundió el buque norteamericano Houston y fue la primera gran derrota del imperialismo en América Latina.
Hasta el corazón de Viet Nam se adentró en los 70 del siglo XX, sin interesar que ese país aún estaba en guerra y su vida podía ser blanco fácil de quienes se empeñaban en ignorar la victoria de la nación asiática.
Este martes de febrero, en pleno siglo XXI los despachos cablegráficos y televisoras multiplicaron en segundos el Mensaje de Fidel a sus coterráneos. Texto claro, coloquial, digno, humilde.
En plena primavera del año 1957, en la Sierra Maestra, el universal Che Guevara propuso que fuera Fidel el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana.
Fidel permanece con su vasta experiencia, en la marcha apretada de todos los días. En primera fila, como siempre. Esta es una lección de buen soldado.
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